Los bomberos, sin embargo, debieron combatir las llamas que luego se propagaron a superficies linderas. No hubo informes inmediatos de otras consecuencias a las ya provocadas por el grave accidente.
La explosión, de acuerdo a testigos fue escuchada prácticamente en toda la ciudad de Villa María ya que ocurrió en momentos en que el grueso de la población hacía el acostumbrado alto del almuerzo y la siesta.
En principio, y debido a que es frecuente que se realizan detonaciones de práctica en la Fábrica, no hubo inquietud, pero la sirena de los bomberos voluntarios llamando a todos los efectivos y el posterior desplazamiento de ambulancias y otros vehículos de auxilio, volcaron a buena parte de la gente hacia el establecimiento, en particular los familiares de quienes allí trabajan.
El hospital de Villa María recibió a varios obreros con heridas y quemaduras y se ordenó un peritaje para determinar las causas del hecho.
