Como se sabe, las fuertes regulaciones del mercado impiden la venta directa de TIEMPO MILITAR que podría llegar a sus lectores a menos de la mitad de su precio actual. De hecho, de los nuevos valores de tapa, el 75 % lo absorbe el mercado externo de comercialización. Esta situación, que ha provocado el cierre de numerosas publicaciones o su migración al sistema de Internet actúa como un dogal frente a la única expresión impresa independiente que llega a la familia uniformada. TIEMPO MILITAR no tiene subsidios cubiertos o encubiertos y sólo supervive por la fidelidad de sus lectores a quienes, una vez más, y pidiendo nuevamente disculpas, agradecemos en su esfuerzo.
En ese marco agradecemos una vez más los llamados, correos privados y muestras de solidaridad y deseos de ayudar. Atendemos, también, pero no estamos de acuerdo, la ofuscación de un lector que se identifica como suboficial mayor retirado de la Fuerza Aérea, ya que la edición privilegia las gravísima situación que afrontan centenares de camaradas privados de su libertad.
Si él estuviera en una celda paupérrima, enfermo, sin dinero, con sus bienes y los de sus familias embargados, por el solo hecho de cumplir ordenes en defensa de la Patria, pensaría distinto. Pero asi son las cosas.
TIEMPO MILITAR
