Los dos MI-17 habían sido comprados a Rusia por US$ 15 millones bajo la gestión de su antecesora, Nilda Garré, como complemento de una campaña que por mar llevó adelante desde el incendio del Almirante Irízar (2007) y hasta diciembre pasado, el buque Vasily Golovnin, también ruso. Lo paradójico es que aún bajo los escándalos de esta última campaña, Puricelli los usara en público hasta con la pintura naranja que caracteriza a la ropa y los elementos que se usan en la Antártida. Estos “helos” habían sido repintados para ello.
Clarín pidió en Defensa una respuesta, pero no obtuvo réplica. Y si bien no hay letra escrita que le impida al ministro utilizar las aeronaves, su actuación tiene una importancia no menor. Por un lado, está haciendo uso arbitrario de un instrumento del Estado asignado para otro fin. Y peor aún la presencia de los MI-17 rusos podría haber ahorrado algunas penurias en las bases argentinas. Por ejemplo, en la de Orcadas, la de San Martín y ahora la Marambio, con importantes necesidades en puerta.
En Defensa dicen que Marambio tiene combustible hasta septiembre, y que le faltan 2.000 tambores. Marambio está a 200 metros del nivel del mar, lo que la hace más sensible al viento y a la niebla. Transport & Service ya retiró al Timca de la zona antártica, e incluso cobrará por estar más días en la campaña. En ese tiempo podría haberse acercado hasta la bahía, y dejado allí los tambores. De esta manera, si los MI-17 hubieran estado en su destino y no al servicio del Ministro, podrían haber operado en un “lleva y trae”. Y Marambio ya sufre serios problemas, supo Clarín de altas fuentes consultadas entre la dotación saliente y uniformados. No es casual que, como ya informó Clarín, Defensa haya tenido que extender la convocatoria para completar la dotación de entre 40 y 45 personas. Es que sólo se presentaron 14 aspirantes.
Supo Clarín que Marambio tiene baños clausurados, que las oficinas son empleadas cada media hora debido al frío, y que a las misma se entra con abrigo de extremo frío. El museo que había allí lo desarmaron.
Clarín no pudo confirmar con Defensa la denuncia de que hasta hubo un incendio que inutilizó una caldera, y que funcionan cinco de los diez matafuegos.
Clarín sí vio una foto en la que se ven espacios calentados por gas y con una pantalla y a veces con un calentador de hangar para avión. Como en Orcadas, hay denuncias de que la comida llega vencida, lo que tampoco pudo confirmar este diario. Pero en la última visita de Puricelli a la base tuvieron que llevar tres corderos desde la base Esperanza porque no había en Marambio para alimentar a los invitados. En los pagos del personal, un descuento para ropa de abrigo y deuda de viáticos desde hace 4 meses, aumentaron el malestar.