Ahora que parece más evidente que nuestra patria está sometida a una tiranía que arrasa con todo, surge una reacción generalizada, de quienes recién advierten que este intento del gobierno pone en jaque la independencia de los jueces respecto de los otros poderes del Estado. Esto viene ocurriendo hace ya muchos años, con la complicidad de buena parte de los jueces, y la casi totalidad de la dirigencia política.
Bienvenida la reacción de la ciudadanía, nunca es tarde para enfrentar con vigor y convicciones firmes este feroz, aunque no inesperado, ataque a la República.