República Argentina: 5:45:53am


Un pueblo agradecido y un Ejército- era otro Ejército-, orgulloso levantaron en el cuartel donde se formaron un túmulo para recordar su coraje. Hoy, si se han cumplido con presteza las órdenes de un obsecuente ministro y unos generales más preocupados en cobrar sus sueldos el 29 de cada mes que en formar Soldados, el monumento ha sido demolido. Los enanos de la revancha trabajan rápido y sin pausa, e inclusive han obligado a empleados uniformados- amenazándolos, seguramente, con hacerles perder su pitanza ganada a fuerza de agachar la cabeza- para que aprieten a Soldados que se han animado a expresar lo que su honor les imponía.

Quizás, la demolición del monumento sea lo mejor. La frase de Simónides que alguna vez fue tallada en una piedra en las Termópilas quizás duró más  tiempo que el Monumento a los Bravos de Manchalá- las inclemencias del tiempo son más generosas que la bajeza de los hombres- pero sirvió, aún después de desaparecer hace más de dos mil años, para hacernos saber que el coraje y el amor a la Patria prevalecen.

JOSE LUIS MILIA
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P.S.: El uso de mayúsculas y minúsculas para determinados empleos o grados no es errático. Es sólo una manera de mostrar el respeto o el desprecio que los actores de esta historia me provocan

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