República Argentina: 6:00:32am


 
           El contraste, nacionalmente, con la situación de hace cinco años es alarmante: San Juan no tiene ni la intensa nacionalización del referéndum de Misiones ni el idealismo del frente amplio que se reunió detrás del obispo emérito Joaquín Piña para defender con éxito las instituciones republicanas contra un voraz gobernador Carlos Rovira.
 
           Casi el único obstáculo que tuvo Gioja provino de su igualmente egocéntrico hermano César, quien sentía que ya le tocaba a él.
           Prácticamente la única nota idealista la dieron los activistas ambientales que se oponían a las actividades mineras alentadas por el gobernador.
 
           Pero la anémica reacción nacional es un tema aún más preocupante.
 
           La caída de Rovira fue provocada tanto por una oleada nacional de consciencia institucional como por una resistencia local - y aquí no nos referimos a la Argentina polarizada de 2008 ni al país anti-Kirchner golpeado por la recesión en las elecciones legislativas de 2009 - sino a una Argentina que iba a votar dócilmente a CFK un año más tarde , con los votos rurales junto con los del Gran Buenos Aires como bastión electoral.
          Y sin embargo, hasta aquel país del 2006 tenía reflejos institucionales más sanos que los de hoy.
           Si las elecciones a gobernador de San Juan hace 20 años fueron la primera señal tangible de que la convertibilidad podría ganar votos, ¿ el voto del domingo pasado por la reelección también será un anticipo de lo que vendrá ?
 
 

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