República Argentina: 7:43:35am

Buenos Aires (AT) – Ante la necesidad de reforzar su capacidad militar y responder al nuevo contexto geopolítico, Alemania presentará antes de fin de agosto un proyecto de ley para atraer jóvenes de 18 años a sus Fuerzas Armadas. La iniciativa incluirá incentivos salariales competitivos y condiciones flexibles para quienes decidan sumarse de manera voluntaria. El objetivo no solo apunta a ampliar el número de soldados activos, sino también a fortalecer las reservas del país frente a eventuales crisis.

Desde el Ministerio de Defensa alemán señalaron que el plan se enmarca en una estrategia más amplia de rearme y profesionalización. Las autoridades militares proyectan elevar el número total de personal en actividad de 182.000 a 260.000 personas para el año 2035. Además, se plantea aumentar el número de reservistas disponibles, que hoy ronda los 60.000, hasta alcanzar una fuerza de reserva de 200.000 efectivos.

La propuesta llega en un momento clave. Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, en febrero de 2022, el debate sobre la seguridad y la defensa cobró fuerza en todo el continente. Alemania, bajo el liderazgo del canciller Friedrich Merz, busca posicionarse como el actor central de la política de defensa europea.

Reclutamiento voluntario con beneficios

ejercito

El borrador de ley que se discutirá en el gabinete antes de septiembre establece condiciones laborales atractivas para jóvenes interesados en sumarse al servicio militar. Según fuentes oficiales citadas por el Financial Times, el programa permitirá a los reclutas elegir entre diversas modalidades de servicio, con opciones de formación, desarrollo profesional y retribuciones ajustadas a estándares competitivos.

El plan incluye el objetivo de incorporar 15.000 voluntarios a lo largo de este año, a través de un programa ya existente, y escalar progresivamente con 3.000 a 5.000 nuevos ingresos por año. La mayoría de los nuevos reclutas pasará luego a integrar automáticamente las fuerzas de reserva.

El reclutamiento voluntario se presenta como una alternativa al antiguo sistema de conscripción obligatoria, que quedó suspendido en 2011 durante el mandato de Angela Merkel. Si bien no se plantea por ahora restituir el servicio militar obligatorio, el tema ha regresado con fuerza al debate político desde el estallido de la guerra en Ucrania.

En palabras del ministro de Defensa, Boris Pistorius, “el contexto internacional cambió y nuestras fuerzas deben prepararse para escenarios que hasta hace poco parecían impensables”. Pistorius reiteró que el objetivo es “formar una reserva fuerte y flexible que pueda intervenir en caso de emergencia”.

El nuevo impulso militar de Alemania no se limita al reclutamiento. En los últimos dos años, el país puso en marcha un programa de rearmamento sin precedentes desde el final de la Guerra Fría. El canciller Merz anunció una inversión total que ronda los EUR 100.000 millones para modernizar el equipamiento de las Fuerzas Armadas, mejorar la infraestructura de defensa y fortalecer la industria armamentística nacional.

El gasto militar alemán ya alcanzó el 2% del PBI, cumpliendo con los compromisos asumidos dentro de la OTAN. Además, Berlín confirmó la adquisición de cazas F-35 de fabricación estadounidense, nuevos sistemas de defensa aérea y equipamiento de última generación para infantería.

El objetivo declarado por Merz es convertir a las Fuerzas Armadas alemanas en “el ejército más poderoso de Europa”, un giro estratégico que marca una ruptura con la política de contención militar que caracterizó al país durante décadas.

 

Este giro cuenta con el respaldo de los principales socios de la OTAN, especialmente Estados Unidos y los países bálticos, preocupados por el avance de Rusia sobre sus fronteras. Al mismo tiempo, abre un debate interno sobre el rol que debe asumir Alemania en la política internacional, especialmente en un escenario de tensiones crecientes.

Reservistas: la otra clave del nuevo modelo

El nuevo plan contempla un fortalecimiento sustancial del cuerpo de reservistas. Actualmente, Alemania cuenta con unos 60.000 efectivos de reserva. Las autoridades militares proyectan multiplicar esa cifra hasta llegar a los 200.000 reservistas entrenados y listos para ser convocados ante situaciones de crisis.

El esquema funcionará con una lógica de “reserva activa”, en la cual los jóvenes que completen su servicio voluntario quedarán inscriptos automáticamente para integrar las filas de respaldo. De esta manera, se busca garantizar una base sólida de personal con formación militar básica, que pueda complementar al ejército profesional en caso de conflictos o catástrofes.

Este enfoque ya se aplica en países como Suecia y Finlandia, donde las estructuras de defensa combinan fuerzas activas con grandes contingentes de reserva.

Según un informe de la Fundación Ciencia y Política (SWP), uno de los think tanks más influyentes de Berlín, “la seguridad europea dependerá cada vez más de la capacidad alemana para liderar, coordinar y sostener fuerzas armadas modernas, operativas y preparadas para escenarios de alta intensidad”.

En ese marco, el rearme no solo se entiende como una cuestión nacional, sino también como un compromiso internacional frente a los desafíos de la defensa colectiva.