Hay un aspecto, que la serie incluye, que me ha movido a las reflexiones incluidas en esta carta: el indulto a todos, de ambos bandos, los protagonistas de la guerra que sufrimos durante los años 70 del siglo pasado. El gesto fue genuinamente pacificador y con mérito adicional, teniendo en cuenta que Menem, con fundamento en el estado de sitio, estuvo detenido a disposición del Poder Ejecutivo durante un tiempo considerable. No obstante, dictó esos indultos, con los que se procuró desterrar el odio y la venganza que tanto daño hacían. Lamentablemente, los hechos ocurridos con posterioridad, cuyo detalle no cabe por razones de espacio, reabrieron la grieta que mediante aquellos indultos se procuró curar. Hoy, a más de 40 años de ocurridos estos hechos, se continúan profundizando el rencor, la venganza y el odio, dictando en estos días condenas por hechos ocurridos en aquel entonces y manteniendo en cautiverio en las cárceles a miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad que por su edad avanzada podrían permanecer en sus domicilios.
Juan Pablo Chevallier-Boutell
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.