Tras una denuncia interna que llegó a sus manos, el ministro Luis Petri ordenó la suspensión de 17 militares y el relevo de un alto jefe de la Dirección de Aviación del Ejército.
La investigación, iniciada por una auditoría interna del Ministerio, reveló acciones dudosas como la donación irregular de motores de aeronaves Twin Otter a una escuela técnica, la entrega indebida de camillas de helicópteros AB-206 a civiles, y la realización de un evento social no autorizado. Además, surgieron contradicciones en actas oficiales y remitos relacionados con repuestos aeronáuticos, acompañados de pagarés cuya legalidad se encuentra bajo la lupa.
Funcionarios del Estado Mayor General del Ejército y la Dirección General de Asuntos Jurídicos acudieron a Campo de Mayo para verificar las acusaciones y recopilar pruebas. Las primeras indagaciones confirmaron irregularidades, lo que llevó a la designación de un auditor instructor para identificar responsables y esclarecer posibles delitos. Entre las medidas preventivas, se suspendió del servicio al jefe y segundo jefe del Batallón y se relevó al director de Aviación del Ejército.
Todo el material recopilado será elevado a la Oficina Anticorrupción para su análisis. Este caso se suma a otros recientes escándalos en las Fuerzas Armadas, como la denuncia del general Jorge Berredo contra autoridades del Ejército por supuesta extorsión, y la destitución del brigadier general Fernando Mengo, exjefe de la Fuerza Aérea, por uso indebido de aeronaves y presuntos abusos.
El nuevo episodio expone las vulnerabilidades en el control interno de las fuerzas y refuerza la urgencia de implementar mecanismos de transparencia y responsabilidad en el manejo de recursos públicos.
