Jorge Berredo presentó la “renuncia indeclinable”
La limpieza de altos jefes militares, sea por inconductas, como las reprochadas al exjefe aéreo Fernando Mengo, o por decisión propia, la “renuncia indeclinable” al cargo de Comandante Operacional del Estado Mayor Conjunto presentada hoy por el General de brigada Jorge Berredo, abre la compuerta a futuros acomodamientos en 2025.
La ronda de búsqueda de candidatos para esos puestos ya alumbró al brigadier Gustavo Valverde, que dejó el Comando Conjunto Aeroespacial para asumir la jefatura de la Fuerza Aérea; y la vacante de Berredo sería cubierta por el general de brigada Cristian Pafundi, actual director general de Material del Ejército.
La silla de Valverde queda para el actual jefe de Estado Mayor del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas, brigadier Plinio Poma.
Los movimientos de puestos de relevancia afectaron el andamiaje del Estado Mayor Conjunto que gestiona el brigadier general Xavier Isaac, en un contexto operativo de inicio de la Campaña Antártica, donde el Comando Operacional que dejó Berredo tiene injerencia directa.
Inestabilidades en la cúpula castrense que aún no encuentran sosiego, dinamizadas por la crispación mediática exhibida, por caso, en las formas de comunicar relevos adoptada por la política.
El portazo del general Berredo ocurrió a posteriori de que el presidente Javier Milei solicitara el retiro del pliego de ascenso al grado inmediato superior de Berredo y del coronel Gustavo Sívori que estaban desde mediados de año a consideración (demorados) en la Comisión de Acuerdos del Senado.
Berredo cumplió un ciclo como general de brigada y, en rigor, es más antiguo que el jefe del Ejército y permaneció en el puesto por razones operativas.
Esos pliegos junto a otro de un alto oficial naval, el contralmirante Juan Coré, actual comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada Argentina habían sido postergados por “falta de consenso” entre los senadores según se atribuye a explicaciones de la vicepresidente Victoria Villarruel.
En la sesión de la Comisión de Acuerdos del 27 de junio pasado los senadores, Guadalupe Tagliaferri (JxC), Beatriz Ávila (JxC), Pablo Blanco (UCR, Tierra del Fuego), Carlos Espínola (Frente Todos), Juan Carlos Romero (Cambio Federal, Salta), Mariana Juri (Cambia Mendoza, UCR), Ezequiel Atauche (Renovador Federal), Carlos Arce (Concordia Social, Misiones) y Martín Lousteau (UCR) dieron el sí a la promoción de Coré. Ahora la tercera estrella en los galones para ser vicealmirante dependerá de que el trámite pase y sea tratado en el plenario del recinto del Senado.
Coré registraba una denuncia que tramitó en la oficina de Género del Ministerio de Defensa por maltrato y abuso de autoridad en perjuicio de personal civil de inteligencia.
La cuestión se arrastra desde su anterior función como director general de Inteligencia de la Armada.
En síntesis, el caso es que “Juana Pérez” - nombre de fantasía para no vulnerar la identidad de la agente de inteligencia -, reclamó por una postergación de su ascenso. Fue llamada a una reunión aclaratoria encabezada por Coré y tres oficiales entre ellos un jurídico donde según su testimonio se ejercieron presiones para que desistiera del reclamo.
También hubo un giro de amenaza para que no llevara el caso fuera de la Institución porque agravaría su situación laboral.
El escrito de unas 19 páginas clasificado Confidencial más otros documentos que darían cuenta de ciertos desmanejos administrativos en el trámite del reclamo de la agente sufrió un “extravío” en la Armada, tuvo que ser reconstruido y finalmente Juana Pérez lo planteó ante Género del ministerio de Defensa.
La senadora Tagilaferri, presidente de la Comisión de Acuerdos, “posee una trayectoria de casi 20 años dedicada a la gestión pública, la problemática social y la temática de género”, dice el CV en el sitio oficial del Senado, pero no hubo una audiencia para que sus colegas recibieran in voce el testimonio directo de la víctima, “Juana Pérez”.