República Argentina: 3:23:03pm

“El tanque no pasó de moda”, asegura el teniente coronel Pablo Petrocelli, oficial del Ejército argentino que, en este momento, está a cargo del proyecto TAM 2C-A2, iniciativa que pretende modernizar el emblemático blindado argentino.

En lo que respecta al proyecto, la Fuerza apunta a modernizar a 74 de estos vehículos. El detalle: los militares argentinos trabajan a la par de técnicos y profesionales de la firma israelí Elbit, empresa con la que el Estado argentino decidió, en el año 2014, avanzar con las reformas.

“Cuando nace la necesidad de la modernización, en 2010, se hizo un requerimiento de cuestiones mínimas que requería el Ejército argentino para la modernización de su blindado. Entre tres oferentes, se optó por la opción más conveniente, la de Elbit”, contaron desde la Fuerza.

Así se moderniza el TAM 2C

¿De qué se tratan los trabajos que se están realizando sobre el emblemático TAM? En palabras del teniente coronel Petrocelli, la Fuerza lleva los vehículos que tienen parámetros para ser modernizados al Batallón de Arsenales 601, localizado en Boulogne Sur Mer, provincia de Buenos Aires.

Una vez allí, se les quitan la torre y la batea, y ambas piezas entran en el proceso de modernización. “Lo que se hace con la parte de la batea es desarmarla y se le cambian algunos componentes con foco en la motorización y en el rodamiento, entre otros objetivos. Se la deja lista para, posteriormente, colocar la nueva torre”, contó y agregó: “Se envía la torre a la firma IMPSA, en Mendoza. Allí se le hace el mecanizado y otros cambios. Cuando regresa y entra en línea de modernización, empezamos a colocarle los componentes físicos y electrónicos para que funcione”.

Justamente, en esa batea que menciona Petrocelli, tiene lugar uno de los cambios más interesantes de este nuevo modelo de TAM: la instalación de una unidad de potencia auxiliar que le permite al blindado poder operar mientras está detenido.

“Otra cosa que se le pone a la batea es una cámara térmica para que pueda operar de noche. Esas dos cosas son los trabajos más importantes”, reconoce.

Los cambios logrados en el blindado más importante del Ejército Argentino

Según Petrocelli, hay otras modificaciones que resultan claves a la hora de operar. Una de ellas es el cambio que se realiza en el sistema de elevación del cañón: pasó de ser hidráulico a eléctrico.

“También incorpora un sistema de alerta láser que se activa cuando el vehículo está siendo apuntado”, añadió.

Asimismo, el nuevo modelo de tanque tiene un sistema de puntería modernizado. El detalle: este pasó de ser analógico a digital. ¿En qué se traduce ese cambio? “Por ejemplo, esto tiene un alcance mucho más largo y, a su vez, posee la visión nocturna que antes no tenía”, respondió el oficial de la Fuerza. Asimismo, contó que hoy todos esos sistemas pueden observarse en pantallas digitales. Entonces, en ellas, las tripulaciones pueden seleccionar munición, blancos y otras opciones.

“Se cambiaron los equipos de comunicaciones, ahora son sistemas digitales. Eso se traduce en mayor seguridad para las tripulaciones”, explicaron desde Boulogne.

El trabajo con la firma israelí Elbit

Uno de los aspectos más importantes de esta modernización es la transferencia de conocimientos implicada. Porque, si bien los primeros vehículos fueron realizados por personal de la firma Elbit (mientras los militares argentinos se limitaron a colaborar), hoy son los efectivos del Ejército los que realizan el armado de los tanques y los profesionales israelíes solo intervienen en la supervisión de los trabajos.

“Para fin de año, deberíamos tener el proceso de armado practicado, porque el año que viene largamos solos”, advirtió, en referencia al trabajo conjunto, y agregó: “Todo lo electrónico es de Israel, como la elevación, la rotación, la parte electrónica de las pantallas y las comunicaciones. Lo pensaron y desarrollaron ellos”.

El papel de IMPSA

El trabajo sobre el TAM 2C-A2 supone también un trabajo con la empresa IMPSA, firma que opera en una serie de componentes. “Es decir, Elbit hizo el desarrollo de los distintos soportes y se pasaron los planos a IMPSA. De acuerdo al convenio, la empresa mendocina es la responsable de esos soportes que, en síntesis, sirven como enganches de la tecnología en el tanque”, detalló Petrocelli.

De acuerdo con el personal que trabaja en el programa, se tarda aproximadamente un mes en modernizar cada tanque, aunque advirtieron que ese tiempo no contempla el trabajo previo de desarmado ni el tiempo que demanda la etapa de IMPSA.

Según contaron, a la hora de pensar en el proceso que se realiza sobre los blindados, hay que tener en cuenta que intervienen tres actores: el personal del programa, con el Batallón de Arsenales; IMPSA; y Elbit.

El programa TAM 2C-A2

El proyecto para modernizar al TAM del Ejército nació en la Dirección General de Investigación y Desarrollo de la Fuerza. Básicamente, este organismo es el que avanzó en las mejoras de la torre. “Lo que es la actualización de la batea está a cargo de la Dirección de Arsenales”, comentó Petrocelli, quien también aclaró que el personal de Arsenales es el responsable del mantenimiento del cañón. El programa, en cambio, se encarga de la parte eléctrica.

“Justamente, estamos desarrollando un curso que dicta Elbit para el mantenimiento de esta tecnología particular. A este curso, invitamos al personal que va a operar los primeros tanques y a la Base de Apoyo Logístico ‘Tandil’, unidad del Ejército que depende de la brigada que va a recibir los vehículos. Eso es para que puedan tener conocimiento del funcionamiento del nuevo sistema. De esa forma, pueden saber qué hacer ante un problema o mantenimiento preventivo”, dijo el oficial.

“Cada vez que se termina un tanque, se sube a un carretón, se lleva a Magdalena y se hacen unos testeos en el terreno, básicamente unas pruebas de tiro para ver si el tanque pega donde debe hacerlo”, contó.

El dato: en Magdalena, la Fuerza instaló un nuevo sistema de blancos en movimiento, ya que el vehículo, para ser probado, requería de un blanco móvil.

El TAM 2C-A2 por dentro

En comparación con el viejo TAM, ¿qué cambios incluye el TAM 2C-A2? “Ves todo distinto. Cuenta con un excelente sistema para tirar en movimiento. Ahora, mientras el blindado se mueve, en las imperfecciones del terreno, la torre se mantiene estabilizada. Tira y pega”, respondió Petrocelli.

Un detalle no menor es que, con el nuevo vehículo, la Fuerza podrá operar durante la noche. De hecho, y por más que sea de día, las pruebas se hacen con las cámaras térmicas.

Otra cuestión fundamental: a medida que se moderniza el blindado, Elbit les coloca la última tecnología disponible en el momento. “Al llegar a una determinada cantidad de vehículos, consideran la tecnología que quedará. Ellos tienen ese compromiso: si aparece algo nuevo, buscan que el tanque lo tenga”, comentó el oficial del Ejército.

¿Qué le aporta un tanque a la República Argentina?

A la hora de responder qué le aporta un tanque de estas características al país, desde Boulogne aclararon: “El Ejército Argentino está en proceso de modernización tecnológica y de reequipamiento”.

En ese sentido, Petrocelli fue contundente: “Además, este tipo de blindados demostró que no está obsoleto, sino que volvió a ser determinante en un campo de combate. El tanque no pasó de moda. Demostró ser un arma eficiente y que impone la decisión en el momento del combate”.

Además, el oficial del Ejército explicó que esta modernización se tradujo en nuevos conocimientos específicos en el personal de electrónicos, electricistas, mecánicos de oruga, mecánicos artilleros, y en el de caballería y artillería. “Es un orgullo. Por eso, el día del desfile, salimos con varios tanques y todos quisieron participar. Este tanque viene a cambiar el concepto de las operaciones del arma de caballería”, finalizó Petrocelli.

 

 

 

 

 

 

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