República Argentina: 9:24:28am

Luis Petri dio el discurso de apertura de la sesión inaugural de la XVI Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas ante más de 25 colegas de Defensa del hemisferio en el Gran Salón del Sol del hotel Hilton de la localidad de Guaymallén, Mendoza. Oratoria pausada y en párrafos clave, tono de firmeza guerrera para sintonizar con una audiencia permeable a la munición de la mente.

“Solo a través de la acción mancomunada podremos afrontar los desafíos multidimensionales que afectan tanto a nuestra región como al mundo entero ese es el espíritu que hoy en esta apertura deseo compartir con ustedes”, inició Petri.

El ministro en su rol anfitrión de la Cumbre trasmitió el saludo del presidente Javier Milei, “quien entiende la importancia de este foro y ha decidido poner la agenda de seguridad y defensa como una de las prioridades de su administración”.

El discurso de Luis Petri en la XVI Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas

Pasó luego a reseñar la visión de Argentina en conflictos vigentes, el posicionamiento del Gobierno y la decisión de enfrentarlos en conjunto dentro del marco cooperativo del hemisferio.

El primer dardo fue al régimen de Nicolás Maduro: “Hoy vemos que, en países de nuestra región, la democracia ha sido demolida en sus cimientos, en sus principios y valores fundantes: países que conservan fachada democrática pero que encarnan rabiosas autocracias como ocurre en Venezuela”.

Más allá de la cita a Venezuela, quedó claro a cualquier comprensión que otros aludidos estaban entre los que no asistieron al foro, Cuba y Nicaragua.

A la par, el funcionario elogió el espíritu multilateral de integración que surgió con la primera Cumbre que tuvo lugar en Williamsburg en 1995 que promovió un enfoque conjunto a los distintos problemas y retos a los que se enfrenta la región en el ámbito de la defensa.

La continuidad de esta Cumbre de reunión bianual prevaleció a otros experimentos regionales como el Consejo de Defensa Sudamericano (CDS) que alumbró la Unión de Naciones Sudamericanas en tiempos de Lula, Néstor y Hugo, el bolivariano. Un club regional que buscaba impronta latinoamericanista sin Estados Unidos y la proyección de su influencia en las políticas de defensa del hemisferio. Como si un puñado de países pudiera sólo por agrupación geográfica poner vallas a los efectos de los conflictos internacionales en un mundo hiperconectado.

A continuación, el ministro puso la agenda en el terrorismo: “Este es un tiempo de guerras, resultado de una transición que nos obliga a reconsiderar cuáles son las reglas en el sistema internacional". "El dilema es claro: o fortalecemos el sistema internacional basados en los principios de libertad, democracia y respeto a la dignidad humana o permitimos el avance de las dictaduras o autocracias, que en nombre propio o a través de sus proxys terroristas buscan socavar nuestras democracias”, amplió.

En ese sentido, el funcionario señaló que “el hemisferio occidental no queda exento de las dos guerras en curso que amenazan la estabilidad internacional. Ucrania lucha por su integridad territorial e Israel por su derecho a existir, y ambos por su supervivencia”.

La frase es el cometido central que anhela instalar Petri en los debates de sus colegas y delegaciones. Hay diferencias. En las reuniones preparatorias Brasil, Chile y Méjico pusieron distancia conforme se ha visto en sus respectivas políticas exteriores

Situación que ya había tratado Petri y su par del Pentágono, Lloyd Austin en una comunicación telefónica de principios de octubre, cuando el secretario de Defensa estadounidense agradeció por la adhesión de Argentina al Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, y ambos reafirmaron el compromiso de los dos países de apoyar una Ucrania democrática, independiente y soberana que pueda defenderse y disuadir la agresión rusa.

“La presencia de actores extra hemisféricos que apoyan regímenes no democráticos, como Rusia o Irán es una grave amenaza. Estos regímenes utilizan el aparato represivo de sus Estados para perseguir opositores, alterar la discusión política y amenazar la integridad territorial, mientras amparan actividades ilegales", comentó.

Siguiendo esa línea, el funcionario resaltó que "estas acciones han generado mayores grados de opresión y han obligado a muchas personas a resignar su derecho a vivir una vida plena en sus países, como atestigua el mayor éxodo histórico de nuestro continente, que se agrava día a día en Venezuela”.

Introdujo también contenido de política doméstica a tenor de la reforma de la ley de Defensa girada al Congreso usando como modelo la crisis haitiana.

“Las amenazas combinadas de actores estatales y no estatales crecen en la adversidad, en el desorden y en la manipulación de las reglas, como lo demuestra la trágica situación en Haití.

Desafíos

Listó asuntos que serán de atingencia directa de la defensa que en la primera etapa se enuncian como desafíos:

“Actores transnacionales, sin reglas pero con determinación, están actuando para corroer la integridad de nuestros Estados. Grupos criminales transnacionales, narcotráfico, terrorismo y sus redes de apoyo, la pesca ilegal, la minería ilícita, el tráfico de personas y la quema intencional de bosques, así como los desplazamientos forzados por persecución política o falta de desarrollo, representan desafíos complejos para nuestra región”.

Aprovechó el plenario de popes de la defensa regional además de países observadores entre ellos Francia y Portugal y referenció la cuestión Malvinas.

“Tenemos reclamos territoriales activos que son inclaudicables como es el reclamo por soberanía en nuestras Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur, y seguiremos bregando por una solución de dicho diferendo, pero eso no evitará que trabajemos lado a lado con todos los actores que se encuentran presentes para garantizar que nuestro ámbito sea contribuyente a la paz y a la estabilidad global”, concluyó.

Más Leídas