República Argentina: 11:54:46am

Si bien se mira, se los ignoró de igual manera, al punto de homenajear una y otra vez a terroristas que supuestamente habían sido víctimas del gobierno militar como desparecidos; y que aún hoy figuran vergonzosamente en el Parque de la Memoria, donde el presidente llevaba a personalidades extranjeras para rendirles honores sin inmutarse. Esto ocurría cuando ya era sabido que muchos estaban vivos, otros habían sido ajusticiados por sus camaradas, se habían suicidado o habían muerto en enfrentamientos.

El extenso informe minucioso y jamás desmentido del libro de José D´Angelo relata como el número de desaparecidos, según los sucesivos y modificados números del Nunca Más, es muy inferior a la cifra impuesta hasta con la promesa de castigo a quien la niegue. A pesar de la confesión del ex guerrillero Luis Labraña quien dijo que fue inventada en el exilio para dar resonancia internacional a su propaganda izquierdista.

Se miraba para otro lado para no ofender a la izquierda, del mismo modo que desde el Poder Judicial se omitía responder a cualquier reclamo de resolver los casos de militares sin sentencia, lo que sigue ocurriendo en nuestros días, pese a la avanzada edad de muchos de ellos y de la muerte en prisión sin condena de otros tantos.

No se trata aquí de desconocer las diferentes realidades de los detenidos; sólo de ecuanimidad respecto de los terroristas que ocuparon y ocupan impunemente cargos públicos, se pasean orondos por las calles, o editan sus libros o periódicos como dueños de la verdad que parece que nadie se anima a desmentir.

¿Puede caber alguna duda de la millonada que hay detrás de estas conductas cuando no son simple manifestación de no incomodar al pensamiento impuesto por la agenda que nadie quiere desenmascarar?

Hoy se abre un mínimo resquicio a la honestidad y al coraje. Pero, por supuesto, habrá que pagar el costo que tal cosa implica.

Juan Martín Devoto

DNI 10.625.501

 

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