Pero ya se sabe que en la Argentina de hoy, la división de poderes contemplada y teóricamente amparada por la Constitución Nacional es algo utópico y que es en rigor de verdad la Casa Rosada la que dicta las reglas del juego, gusten o no a los ministros del principal estamento de Justicia de la Nación.
La realidad, de acuerdo a los especialistas, es que si las cosas se dan así con este nuevo suplemento no remunerativo, se crearía otro agujero negro pasible de precipitar una nueva catarata de juicios, toda vez que ha quedado palmariamente en claro que lo que se percibe a fin de mes es sueldo, se mire por donde se lo mire y sujeto a los descuentos provisionales correspondientes. Todo lo otro es ilegal, se mire por donde se mire.
Capítulo aparte merece el abusivo impuesto a las ganancias y la aberración de que retirados también deban tributarlo. Pero es la historia de siempre. El estado de derecho hace tiempo que está ausente en la vida de los argentinos.