“El juez Baltazar Garzón, erigido en fiscal universal de los “derechos humanos”, ha sido condenado a 11 años de inhabilitación por el Tribunal Supremo español. La implacable persecución que había desatado hacia quienes consideró transgresores de esa difusa doctrina, se constituyó en modelo para muchos de nuestros jueces, comenzando por el Presidente de la Suprema Corte, Dr. Jorge Lorenzetti.
“En un fallo rigurosísimo, el Tribunal Supremo lo encontró responsable de haber conducido arbitrariamente un proceso, por la restricción sustancial del derecho de defensa de imputados en prisión, “sin razón alguna que pudiera resultar mínimamente aceptable”.
“Por otra parte, el ex juez está procesado por cohecho y prevaricato, por haber desconocido el principio de irretroactividad de la ley penal y la ley de amnistía vigente en España, violando así principios liminares del derecho, también avasallados hoy por gran parte de los jueces federales argentinos, en consonancia con la Suprema Corte de Justicia.
