Salvo el relevo del almirante Godoy en la Armada, como la nómina de ascensos de los nuevos generales, almirantes y brigadieres, dada en su momento por el sitio oficial de Presidencia, no hubo otra información ni tampoco dada a conocer a través de la difusión de los decretos respectivos en el Boletín Oficial.
En tanto trascendieron, en el ámbito del Ejército, distintas expresiones reservadas de contrariedad por los criterios utilizados en los últimos ascensos –que como se dijo no fueron públicamente dados a conocer- donde, se aseguró, se promovieron oficiales por encima de los escalafones de mérito en perjuicio de otros uniformados más calificados.
También hubo objeciones en el ámbito del Ministerio de Defensa con oficiales superiores (coroneles) que lograron acomodar su situación para permanecer en actividad, pese a que están incluso hasta dos años excedidos en esa condición. Esta sorda puja entre los mismos involucrados se da por el hecho de que un oficial en actividad pierde, al pasar a situación de retiro, las dos terceras partes de su sueldo.