Estimado camarada (Jorge) Chevallier, le ruego que no se extrañe por esta nota, dado que va de aviador mayor a aviador menor, considerando nuestros tiempos biológicos. Aprovecho para felicitarlo por su octavo año en sus funciones.
Esta nota la haré pública, y la distribuiré a todo el país por mail, dado que hasta en el último rincón de la Patria hay un integrante de las F.F.A.A. que hoy depende de Ud.
Creo que sabe mejor que nadie de la situación económica de los retirados, que se agrava día a día, debido a nuestros escasos aumentos, y por la imparable inflación, que no deja de agobiarnos, y tal como se presiente este año 2012 le informo que caeremos todos bajo la línea de pobreza. Tengo entendido además que en este presupuesto no figura para nosotros ni un peso de aumento. NO NOS TIENEN EN CUENTA.
Como aviador retirado me interesa poco si hay aviones o no (que por cierto no hay), sino que podamos vivir y comer decentemente, y por supuesto cuidar nuestra salud en base a remedios que aumentan todos los días de precio. A Ud. LO CONSIDERO MI MÁXIMA AUTORIDAD, es mi comandante, jefe de escuadrilla, etc. Por lo tanto, le estoy pidiendo ayuda – MAY DAY- estamos con los tanques en EMPTY. Usted como viejo aviador sabe lo que es eso.
• Nuestros juicios pasaron al olvido, la ANSES se comió todo
• La Corte Suprema y el Poder Judicial no existen
• El Congreso desapareció y se llenó de traumatólogos para enyesar las manos de sus integrantes
• Y LO MÁS CRÍTICO, TODAVÍA NOS QUEDAN MIL PRESOS POLÍTICOS EN UN ESTADO CALAMITOSO, SIN OLVIDARNOS DE LOS 153 FALLECIDOS POR ABANDONO TOTAL.
¿Quién debe aplicar las leyes y la Constitución? No hablaré de mis dos instructores de vuelo de 86 años detenidos. Por favor, Jefe ¿PODEMOS HACER ALGO? ¿O ESPERAMOS QUE SE MUERAN TODOS?
Gracias a Dios los dos somos aviadores, los dos mamamos de la misma fuente y los dos amamos nuestra profesión. Pongámonos el hombro y levantemos nuestro orgullo, no pertenecemos a la casta de personajes nefastos que se arrastran como reptiles, puesto que cuando levantamos nuestra vista podemos ver el cielo azul. Le mando un fuerte abrazo de parte de este viejo instructor de vuelo (los míos, repito, tienen 86 años y siguen presos). Que Dios nos ilumine.
CONFIAMOS EN UD., Y LE RECUERDO QUE TODO EN LA VIDA SE ACABA.
A.J. SESIN
Av. Mil. (R)
12/01/12
A mis destinatarios les ruego enviar esta nota