República Argentina: 9:16:02am

 

En la actualidad creo que el empleo prioritario de mano de obra para esa tarea debería pasar por la inclusión de parte de la legión de  marginados sin trabajo antes que por los actuales soldados de Ingenieros de Construcciones. Estos serían los instructores pero aquéllos los ejecutores de un trabajo digno y remunerado.

 

Las evidencias a señalar tienden a poner de manifiesto algunas causas y consecuencias que generan y alimentan el desorden en el que se convive así como la responsabilidad primaria que le cabe al Gobierno, en cuanto a promover, legislar y juzgar en relación con las soluciones necesarias para aplacarlo.. 

 

Los daños y perjuicios contra las personas y los bienes, públicos y privados, que son detectados a diario, no merecen otra cosa que declaraciones de espanto y de congoja en el ámbito social, así como proclamas por parte del Gobierno con medidas a adoptar pero que no se ejecutaron, o que resultan insuficientes, o que trastocan el orden sin medir las consecuencias, como sería la pretensión del empleo de los ex ferrocarrileros militares, por tomar un ejemplo. 

 

Esas cuestiones sociales sobre las que invito a reflexionar son las siguientes: 1) La INDIGENCIA, que quiebra la moral y la salud de quienes la padecen; 2) La POBREZA, por la falta de trabajo remunerado adecuadamente; 3) Las DROGAS, como gran flagelo; 4) las MANIFESTACIONES exageradas o por solidaridad; 5) El abuso en el consumo de ALCOHOL y los accidentes de TRANSITO, con sus secuelas dolorosas. 

 

En todo esto la responsabilidad primaria del Estado es inexcusable. Las decisiones que se adoptan son coyunturales en virtud de que no se inscriben en el campo de las Políticas de Estado, formadoras de conciencia y duraderas.

 

Indudablemente, la Educación  tiene significativa trascendencia en el armado de las estrategias para enseñar a aprovechar las oportunidades de trabajo, fuente este de crecimiento individual y de satisfacciones personales y familiares. 

 

El derecho de huelga es desvirtuado sistemáticamente por los desbordes que, en definitiva, afectan a terceros ajenos y no resuelven los problemas, mientras los actos vandálicos que se suceden con frecuencia quedan impunes.   

 

Los delitos y crímenes sufren un crecimiento tal que produce un inocultable estado de inseguridad con impunidad, cuestiones que no son aceptadas por las autoridades políticas. Las estadísticas oficiales engañosas tampoco hacen referencia a que el origen territorial de la mayoría de los delincuentes procede de las villas de emergencia, lugares donde se convive en la pobreza incluso hasta con cierta dignidad, aunque las drogas y el alcohol concurren para potenciar el salvajismo.

 

Unido a esto va el hecho de que algunos Jueces producen resoluciones y sentencias que aparecen como de poco juicio o imprudentes; otros incurren en  prevaricato. 

 

Para agregarle tragedia a ese panorama está el hecho de la indecisión política para refrenar a los menores de edad que delinquen. No existen políticas carcelarias dirigidas a facilitar la readmisión social de los sujetos a la liberación.

 

Lo que sucede ha modificado el comportamiento de la sociedad en la medida en que el contrato social, cuyo objetivo final es el de asegurar la convivencia más sana posible, está muy cuestionado. Se expresa por medio de la CN y de las Leyes que facilitan su cumplimiento y la obtención de los beneficios inmanentes. 

 

En tanto que se pretende hallar una razón para entender los quebrantamientos, parecería que el ejercicio de la libertad individual exacerbada aparece como la causa principal. 

 

Como corolario, la primera estrategia en el campo de la Educación debería considerar que las OBLIGACIONES preceden a los DERECHOS. En la actualidad, la inversión de los términos produce el error más grave que alimenta el estado de desorden social. Aclarada esa transgresión, no quedaría más que reconocer que el ORDEN explícito de la Ley, cuya expresión y control de la ejecución corresponde a organismos del Estado, y la RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL que hace al convencimiento y a las actitudes del ciudadano respetable y respetuoso, son premisas esenciales para asegurar un comportamiento social compatible con la  libertad individual.

 

La complejidad que se evidencia en cuanto a la responsabilidad personal da lugar a que el comportamiento colectivo esté lejos de absorber el contenido de las Normas como camino más adecuado para lograr un funcionamiento social equilibrado. Según algunas estadísticas que se han difundido, existe una franja de edades, que iría desde los 16 a los 25 años, en la que se presentan las mayores perturbaciones. Estas últimas resultan en extremo gravosas cuando se ocasionan como consecuencias del abuso en el consumo de alcohol, de los accidentes de tránsito y de las acciones de ciudadanos que se encuentran al margen de la sociedad debido a la indigencia, la pobreza, las drogas y la falta de trabajo, especialmente. 

 

Para entender lo que constituye esta propuesta, que podría poner fin al cúmulo de situaciones perjudiciales aludidas,  me remito a un contenido de la Ley 24.429/1995 (Servicio Militar Voluntario), Cap VII, Art (s) 21 a 29 que señala esto: “El Servicio Social Sustituto comprende actividades de ; 1) Protección y Defensa Civil según la Ley específica; 2) Servicios Públicos Esenciales, Salud y Educación; 3) Conservación del medio ambiente, mejora del medio rural y protección de la naturaleza. Una Comisión con miembros del Ministerio de Desarrollo Social, de Defensa, de Acción Social y de Educación tendrá la responsabilidad de coordinar todas las actividades. 

 

Lamentablemente, y como ocurre con otras actividades contribuyentes al campo militar de la DEFENSA NACIONAL, el Servicio Social Sustituto, también voluntario, no está operativo porque no existe la reglamentación sobre el particular.

 

Pero, ¿qué es lo que se pierde por este otro desatino? Lo siguiente:

 

Como el Servicio Social debe ser desarrollado por las FF.AA desde sus instalaciones fijas, en ese ámbito se podrían brindar todas estas posibilidades que hasta 1994 se daban durante el Servicio Militar Obligatorio, a saber: alojamiento, vestuario, racionamiento, atención de la salud, paga mensual y escuela primaria oficial. Se proporcionaba enseñanza básica en oficios tales como: conductor de camiones, máquinas viales y tractores, operador de moto sierra, enfermeros de sanidad y veterinaria, camilleros, camarero, cocinero, panadero, sastre, zapatero, carpintero, talabartero, oficinista, electricista. 

 

El hecho de poder recibir el entrenamiento para actuar en situaciones de emergencias y catástrofes en la Escuela Militar que prepara a los contingentes que irán a formar parte de las Fuerzas de Paz, que pueden  actuar en el País o fuera del mismo.  

 

Luego, si el Servicio Social Sustituto hubiera estado operativo no habría sido necesario recurrir a los Ingenieros de Construcciones del Ejército para desarrollar tareas de ferrocarrileros. LA PLATA (Bs.As) y TARTAGAL (Salta) hubieran tenido más personal apto para intervenir ante las inundaciones, entre otros ejemplos. Entonces, recuperar parte de las posibilidades señaladas para llegar a una gran cantidad de ciudadanos podría ser muy interesante para animar a los participantes y facilitarles la convivencia social, en última instancia. 

   Cnl (R ) Lic. Rodolfo Mazzino

 

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