República Argentina: 8:26:37pm

La decisión del gobierno nacional de enviar a las Fuerzas Armadas a Rosario, en medio de la lucha contra la violencia narco, descolocó a dirigentes de los sectores más progresistas del Frente de Todos. El caso más notable fue el de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que primero apoyó la medida, pero minutos después la condenó.

 

“Si no lo hacen las Fuerzas Armadas, ¿quiénes lo van a hacer? Las Fuerzas Armadas no son enemigas”, había dicho esta mañana, consultada sobre la medida del Gobierno por Roberto Navarro, en una entrevista con El Destape. A las pocas horas se arrepintió y dijo que los militares deben estar “en su lugar, los cuarteles”.

 

 “Me equivoqué tremendamente cuando acepté que esté el Ejército [en Rosario]”, dijo después Carlotto a Jorge Rial en Radio 10. “No pueden estar las Fuerzas Armadas en un pueblo que está lleno de problemas. [Los militares] Tienen que estar en su lugar, los cuarteles, bien preparaditos”, afirmó. Y repitió: “Yo me equivoqué tanto... Hablé con Navarro y me equivoqué. ¿Cómo dije que tiene que estar el Ejercito?”

 

Carlotto pidió perdón y dijo que está “grande”: “A mis 92 años, si me equivoco, me tienen que disculpar”.

Las primeras declaraciones

Antes, en la nota con El Destape, Carlotto había sostenido que el Gobierno estaba “reforzando” Rosario, ciudad que definió como “un lugar tremendo para vivir”, “acorralada por el narcotráfico”.

“Estos son jóvenes, algunos amenazantes, impresionantes, dicen: ‘Te voy a matar’. Mataron a una criatura de 11 años... ha sido terrible. Desde las cárceles están manejando el movimiento de estos asesinos”, afirmó. Fue entonces cuando dijo: “Si no lo hace las Fuerzas Armadas, ¿quiénes lo van a hacer? No va a ser la gente del pueblo”. Y aclaró: “Las Fuerzas Armadas bien dirigidas. No para matar, reprimir”.

Advirtió además que “van sin armas, para condicionar a los revoltosos” y sostuvo que “las Fuerzas Armadas no son enemigas”. “Lo fueron en un momento, cuando hicieron el golpe. Ahora tienen que estar a disposición de la preservación de la democracia y las personas”, afirmó.

 

La medida suma rechazos

La decisión del Presidente de desembarcar con la Compañía de Ingenieros del Ejército en Rosario sumó críticas de dirigentes de izquierda y de organismos de derechos humanos.

Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, señaló que “hay otros caminos” y afirmó: “Me resulta muy peligroso que se militarice el territorio. Los narcos son depredadores de la vida humana”.

El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) publicó ayer un hilo de tuits contra el anuncio del Gobierno de que enviaría al Ejército a Rosario. “Es un hecho grave, que muestra el fracaso político para resolver con seriedad la violencia urbana y la limitación a un abordaje punitivista del problema. Las acciones de defensa civil que pueden desarrollar las FFAA no tienen que ver con esta medida que busca una noticia de alto impacto. Cerca de cumplirse 40 años de democracia, se debilita uno de sus mayores logros: la separación entre defensa nacional y seguridad interior”, sostuvo el organismo.

 

“Lo anunciado se asemeja a los despliegues en fronteras realizados por distintos gobiernos en los últimos años: se envía a las FFAA a destinos en los que no deberían intervenir, en contextos para los que no están capacitados y en donde el sentido de sus funciones es poco claro -afirmó el CELS-. La violencia no se reduce con acciones espasmódicas e improvisadas. En los últimos años, el despliegue de fuerzas de seguridad federales fue una moneda de cambio político entre el gobierno nacional y las provincias. A esta lógica, ahora suman a las Fuerzas Armadas.”

 

La diputada Myriam Bregman (PTS/Frente de Izquierda) sostuvo que “no se necesita al Ejército en Rosario” y dijo que “solo se busca lavarle la cara y avanzar en la política de introducirlos [a los militares] en la represión interna”.

 

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