Así lo aseguró a La Prensa el diputado Alberto Asseff (Pro, Buenos Aires), uno de los legisladores de la comitiva, integrada también por Victoria Villarruel (La Libertad Avanza), Francisco Sánchez (Pro, Neuquen) y Carlos Zapata (Cambiemos, Salta).
“Lo que determinó el traslado -interpretó Asseff- fue la difusión pública de que lo íbamos a visitar en el Complejo Penitenciario Federal III”, algo que había anticipado en exclusiva este diario. “Lo que sorprende, además de lo anterior, es que en lugar de derivarlo a un hospital para tratar un cuadro clínico, el Tribunal Oral Federal Nro. 5 de San Martín, el mismo que condenó a Flores, lo mandó a un neuropsiquiátrico, el Hospital Dr. Miguel Ragone, algo que es insólito”, añadió.
“Tan insólito es -continuó el legislador- que en forma inmediata el hospital le informó a la jueza María Claudia Morgese Martín, presidenta del tribunal, que el cuadro de Julio Flores no tenía criterio de internación psiquiátrica”.
Los diputados se dirigieron a ese hospital al verse sorprendidos con la novedad de que no podrían verlo en el penal. Tras destrabar los impedimentos que les ponía el propio hospital y el servicio penitenciario, lo que fue posible luego de una reunión con el director y el abogado de la institución, lograron ver a Flores.
Al final de la visita solicitaron la derivación inmediata del detenido, en lugar de hacerlo el lunes, como se suponía, porque advirtieron que, si Flores no presentaba un cuadro inherente a la especialidad del hospital y permanecía allí, se estaría frente a un caso de “abandono de persona”.
Ante la insistencia de los diputados, el hospital envió un oficio al tribunal reclamando “pronto despacho” para la petición de que Flores fuera trasladado al Hospital Militar de Salta o a otro que correspondiera con su cuadro clínico.
La hija del detenido, Deborah Flores, siguió estas alternativas desde Buenos Aires, a donde había venido en un desesperado intento por pedir justicia para su padre ante la jueza Morgese Martín, presidenta del tribunal que condenó a Flores en 2019 a 25 años de prisión por supuestos delitos de lesa humanidad que el inculpado insiste en que no cometió y que le adjudican haber perpetrado cuando él tenía 19 años y sólo seis meses de antigüedad.
Flores, que es mecánico de aviación, fue detenido en 2014, por lo que lleva más de siete años en prisión preventiva clamando por su inocencia sin ser oído y, en el último tiempo, pidiendo al menos que le concedan la prisión domiciliaria.
Morgese Martín denegó cuatro veces ese beneficio a Flores, incluso durante la pandemia, a pesar de que el detenido es asmático y aun cuando en plena emergencia sanitaria también debió ser operado y los médicos aconsejaban la internación domiciliaria. Es la misma jueza que ordenó el miércoles a la noche su traslado a un psiquiátrico, con orden de alimentarlo incluso mediante el uso de la fuerza pública si hiciera falta.
La magistrada, que finalmente concedió ayer a Deborah Flores una audiencia virtual, quiso argumentar que el traslado al psiquiátrico fue para realizarle análisis clínicos, según contó la hija del detenido.
Pero los allegados de Flores niegan que lo hayan internado en ese nosocomio por ese motivo porque ese hospital no efectúa esos análisis.
Flores, quien cumplió ayer 47 días en huelga de hambre, perdió 13 kilos y está tan debilitado que no puede caminar. La medida de fuerza que adoptó fue el recurso extremo que encontró para reclamar que al menos le concedan el arresto domiciliario.
En un video que compartieron los diputados que fueron a verlo en las redes sociales, Francisco Sánchez expresó que “en la Argentina se ha instalado un sistema de venganza que tiene en Flores a una de las víctimas”.
Villarruel, por su parte, indicó que “como diputados de la Nación le reclamos a la jueza Morgese, presidente del Tribunal Oral Federal N° 5 (de San Martín) que respete los derechos humanos del cabo Flores y respete a su vez la Convención de Adultos Mayores que ratificó nuestro país y que protege sus derechos humanos”.
A su turno, Asseff destacó que “con Julio Flores encontramos, y se lo digo a la ciudadanía, los derechos humanos olvidados. Van 46 días de huelga de hambre y siguen olvidados, es verdaderamente una monstruosidad”.
En su diálogo con La Prensa, Asseff volvió sobre el mismo asunto. “A Flores se le han privado sus derechos humanos”, comentó, al tiempo que destacó su ánimo y su “admirable” voluntad de peticionar justicia.
Sobre por qué lo trasladaron al hospital psiquiátrico, el diputado no se quiso expresar. Pero apuntó la paradoja de que, “frente a un caso de flagrante injusticia y de lesa humanidad como es el suyo, resulta que lo tratan como si fuera un loco”.
No descartó, por otra parte, que se haya violado la ley de salud mental al internarlo en un psiquiátrico sin consentimiento, una versión que circuló ayer en las redes sociales. “Es posible que a todas las violaciones que vengo señalando se agregue esta otra”, admitió.
El diputado adelantó que “el lunes visitarán el tribunal de San Martín para exponerle lo que hemos visto y vivido nosotros en ocasión de nuestro encuentro con Julio Flores en el hospital Ragone”.
“Vamos a enumerarle todos los derechos que consideramos que se han violado”, añadió.
El primer indicio de distensión sobre el caso llegó ayer por la noche, cuando el detenido fue finalmente retirado del neuropsiquiátrico y trasladado al Hospital Militar de Salta.
Agustín De Beitia