En el lugar se realizó un acto donde los manifestantes recordaron a las víctimas del atentado de Montoneros perpetrado el 2 de julio de 1976, y respaldaron la reapertura de la causa dispuesta por la Cámara Federal para que se investigue y juzgue a los responsables. Además, pidieron que se instalen placas para recordar a los 23 muertos por la bomba y que se retire el nombre de Rodolfo Walsh -ideólogo del atentado- a la estación de subte.
Bajo la consigna “El ideólogo y la masacre. Marcha contra la impunidad”, según los organizadores, la movilización tuvo como objetivo concientizar a la ciudadanía sobre el intento de invisibilización de éste y otros atentados cometidos por Montoneros y otras organizaciones armadas. A lo largo de la marcha se escucharon relatos y datos sobre lo sucedido, con voces de familiares que siguen sufriendo hasta el día de hoy por la impunidad que gozan sus victimarios.
Frente a la sede de la ex Superintendencia de Seguridad se leyó el “Manifiesto 2 julio”, un documento firmado por AfaVitA - Asociación de Familiares y Amigos de Víctimas del Terrorismo en Argentina y la Comisión de Homenaje a Policías y Ciudadanos Muertos por la Violencia, con la adhesión de más de treinta entidades de todo el país. Las organizaciones convocantes a la marcha y al acto denunciaron que el Estado “transformó la noble causa de los derechos humanos en mera ideología, al servicio de la construcción de un poder perverso, cimentado en la siembra de discordia, la colonización de la justicia y la confiscación de la República.”
“Hemos dejado de manifiesto cómo la clase dirigente argentina sigue pisoteando la memoria y la dignidad de las víctimas al homenajear al ideólogo de la masacre que dejó a los 23 muertos que hoy recordamos con nuestras pancartas”, dice el texto. Y agrega: “Estamos hartos y ya no vamos a quedarnos callados ante esta afrenta repugnante. No hay ninguna razón de bien público, ninguna consideración ajustada a los intereses del país que justifique la imposición de la mentira desde el Estado, la impúdica falsificación de la historia, la repugnante transformación de asesinos y terroristas en héroes y el cruel e inhumano silenciamiento de sus víctimas inocentes”.
En el acto hablaron familiares de las víctimas y Víctor Navarro, uno de los sobrevivientes del ataque montonero, quien era agente de la Policía Federal cuando se cometió el atentado.
Una de las asistentes a la marcha y al acto, la diputada nacional Victoria Villarruel y presidente del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTyV) en diálogo con Infobae dijo “hoy estamos recordando a los muertos, a los heridos, a todos aquellos que perdieron un familiar pero además les arrancaron la vida los montoneros el 2 de julio del 76″. Y agregó “estamos pidiendo verdad, justicia, reparación. Estamos pidiendo que se terminen los homenajes a los terroristas, a la figura de Walsh que fue un asesino y que es hora de que en la Argentina se diga.”
Durante el acto se anunció que la marcha se repetirá cada 2 de julio en homenaje y recordación de las víctimas y se reclamó a las autoridades que eliminen el nombre de Rodolfo Walsh de la estación de subtes línea E, por ser el ideólogo de la masacre; se remuevan del monumento erigido en el Parque de la Memoria a los autores de este atentado y se instalen placas que recuerden a las víctimas de esta masacre.
El 2 de julio de 1976 Montoneros realizó el atentado terrorista más sangriento de la historia argentina hasta el de la AMIA. Ese día, un artefacto explosivo de los conocidos como “bomba vietnamita” diseñado no sólo para estallar sino para producir la mayor cantidad de laceraciones, cortes y mutilaciones, estalló en la Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía Federal causando el derrumbe del techo del comedor en momentos en que el lugar se hallaba lleno de gente almorzando. Como consecuencia del ataque montonero murieron 23 personas, una de ellas una civil que se encontraba de visita, y 110 resultaron heridas.
La “bomba vietnamita” tenía entre cinco y siete kilos de trotyl y cargaba bolas o postas de acero que al detonar se disparaban como una metralla lo que le daba un poder de matar a la mayor cantidad de personas posible de forma indiscriminada.
La causa radicada en la justicia federal no tuvo avances importantes durante 40 años y en 2006 la jueza María Romilda Servini ordenó cerrarla y archivarla. A partir de la acción de entidades que representan a las víctimas, la Sala I de la Cámara Federal ordenó finalmente en junio de este año reabrir la investigación para que se analice la responsabilidad de la agrupación Montoneros en el atentado. En el expediente, la querella señala como responsables a la cúpula de la organización Montoneros: Mario Firmenich, Marcelo Kurlat, Horacio Verbitsky, Laura Sofovich, Miguel Ángel Lauletta, Norberto A. Habegger, Lila Victoria Pastoriza, y muchos otros integrantes del grupo criminal que planificó y ejecutó la masacre.