El primer proyecto fue presentado por el diputado salteño Carlos Zapata (mono bloque Ahora Patria y aliado de Juntos por el Cambio), que propone restituir el servicio militar obligatorio para todos aquellos hombres y mujeres que se hallen fuera del sistema laboral y educativo, con el propósito de formarlos en oficios.
El segundo proyecto corresponde al diputado Alberto Asseff,(también de Juntos por el Cambio) quien, a diferencia de Zapata, propone que este programa obligatorio de reinserción de quienes no estudian ni trabajan sea articulado por la sociedad civil.
“El objetivo es instalar el debate y tratar de acordar un solo dictamen. Creemos que un servicio al organizado, de tipo obligatorio, será una gran herramienta para que miles de ciudadanos argentinos puedan adquirir las pautas básicas de aprendizaje para el trabajo. De otra manera no habrá reinserción social posible”, enfatizó Asseff, presidente de la Comisión de Defensa.
Según un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), la mitad de los jóvenes argentinos entre 18 y 24 años está excluida del sistema educativo y una cuarta parte de ellos no solo no estudia sino que tampoco trabaja, por lo que se los considera “doblemente excluidos, de la educación y del mercado laboral”.
El informe, que lleva como título “Jóvenes de 18 a 24 años que no estudian ni trabajan en la Argentina urbana pre-post pandemia (2017-2021)” advierte que el porcentaje de mujeres que se encuentran doblemente excluidas, es decir que no trabajan ni estudian, es 10 puntos porcentuales mayor que sus pares varones.
La propuesta de Zapata, quien viene de las filas del ex diputado Alfredo Olmedo, establece que todos aquellos ciudadanos mayores de edad que se encuentren en esta situación deben obligatoriamente enrolarse en este “servicio militar obligatorio y comunitario”. Allí no sólo deberán completar sus estudios, sino también aprender algún oficio. Propone una duración mínima de seis meses y máxima de un año.
En tanto, la iniciativa de Asseff propone que el programa sea obligatorio para aquellos adultos entre 18 y 25 años que no estudien ni trabajen, pero que sea voluntario para aquellos que sí desempeñen alguna tarea laboral o estudiantil. Si bien establece que el servicio no sea militar, sí habilita que se desarrolle en instalaciones militares.