No es sorpresa: Cejas fue resistido por sectores desde el mismísimo momento en que fue designado Jefe del Ejército. No tenía vínculos políticos, ni mucho menos padrinos, que fundamenten su elección. Eso ya molestó a varios que habían sentado bases en uno u otro espacio político para llegar a la conducción castrense.
Justamente por el párrafo anterior, el Teniente General pudo plantarse con la conciencia tranquila cuando le ordenaron hace pocos días que el acto central por el “Día Internacional de los Derechos Humanos” se realice en los cuarteles del Comando de Aviación de Ejército. La idea de la Secretaría de DDHH de presidencia era mostrarse junto a los aviones G-222 (Tildados de ser los “Aviones de la Muerte” durante el proceso de reorganización). El argumento para negarse fue la inexistencia de antecedentes de actos alusivos a los DDHH en un cuartel activo y la falta de una sentencia firme que establezca el uso de esos aviones en delitos durante gobiernos militares. El acto oficial ocurrió, finalmente, frente a la Casa Rosada. En materia de DDHH también se comportó similar ante el anuncio del nuevo uso a los terrenos de Campo de Mayo. La negativa de Cejas ante un tema tan sensible para el kirchnersimo no gustó y fue la gota que colmó el vaso de dos años de contrariar al establishment (político…y militar).
Lo último mencionado empieza a justificarse, una vez en el cargo, en el famoso tweet sobre los caídos en manos de terroristas. Cejas mantuvo un acalorado cruce con el entonces Ministro Rossi para que el homenaje virtual se mantuviera. Fue el Presidente mismo quien intervino, como Comandante en Jefe de las FFAA, para ordenar que se bajara el mensaje de twitter y se pidieran disculpas desde la institución. Sin embargo, Cejas logró dos cuestiones importantes para la tropa: la ceremonia homenaje se mantuvo y visitó todo el territorio para aclarar que la postura adoptada no era ni del Ejército, ni suya….sino del gobierno de turno.
Al tiempo de eso, también tuvo que lidiar con pedidos del ex Ministro para utilizar helicópteros del Ejército para realizar recorridas aéreas en Rosario y el gran Santa Fe con fines proselitistas. Lo mismo el 20 de junio, para el desfile alusivo a esa fecha patria que también guardaba detrás fines preelectorales. Distinto al Ejército, Otras Fuerzas sí prestaron sus aeronaves para esta acción. Otra piedra que Cejas puso en el zapato de las intenciones partidarias.
Pocos días antes de su apartamiento, Cejas comprometió en público a los Ministros Ferraresi y Taiana a cumplir con algo que logró luego de varias pulseadas: planes de vivendas para militares en actividad en Córdoba. No quería que quede en una inauguración sin resultados reales para el personal uniformado. Esa actitud desafiante, poniendo primero el bienestar de los Soldados, tampoco cayó bien.
Así como hubo casos de Gobernadores que destacaron por su vínculo con el Ejército gracias a la imagen promovida por Cejas, como el de Catamarca que pidió que la Fuerza vuelva a tener asiento en su provincia; hubo otros que debieron padecer la determinación del General de no ser condescendiente con los caprichos de la política. Tal fue el caso del mandatario formoseño, que intentó anclar como jefe de regimiento al Cnl De Senzi por su posturas partidarias (que hizo públicas en más de una ocasión) y por su vínculo con el entorno Insfrán. También era un límite que – al margen de haber cumplido su tiempo al frente del R I Mte 29 – no estaba en condiciones de seguir al mando por cuestiones de salud. Otra vez Cejas fue el tope del capricho político y militar.
Pero si de logros hablamos, durante su gestión se continuó con el programa de camiones 0km Oshkosh (Que muchos pretendieron por su origen en gestión macrista y del Grl Pasqualini); se compraron más de 400 vehículos de todo tipo; se mejoró la prestación del Hospital Militar Central; se motorizó la Brigada X con línea Oshkosh y remecanización a rueda; se renegoció la puesta en marcha del proyecto TAM 2C para que los hombres y mujeres de Caballería tengan vehículos de ejercicio más cercanos a la realidad armamentística del mundo.
En paralelo, no se dejó de cuestionar en cada oportunidad posible la necesidad de resolver cuestiones del “Llano” como el racionamiento, el vestuario y la munición. También la infraestructura de los cuarteles militares. Todos aspectos descuidados, atrasados o disminuidos a niveles críticos por la falta de presupuesto asignado por el poder político.
Pese al ninguneo del Estado Mayor Conjunto, Cejas nunca frenó la participación del Ejército en la gestión de proyectos de aviación conjunta, radares de vigilancia de largo alcance, trabajos en FADEA y TANDANOR (helicópteros, paracaídas; barcazas, Jeep) y también en PyMES con mano de obra y repuestos nacionales. Ni que hablar de los esfuerzos para mantener algo de nivel en las campañas antárticas, pese a los magros recursos del COPERAL.
Pese a la pandemia, hubo gestión y hubo carácter. Cejas se jactó siempre, justamente, del mérito del personal (Pueden verse los estímulos dados a los que estudiaron idioma, etc). Su característica personal de ser “Hijo de Suboficial” le sirvió de discurso y motivación para mostrar que el Ejército es también un canal de ascenso social y de calidad de vida para los argentinos. Con esa bandera, recorrió más de 170 unidades durante estos dos años pandémicos promoviendo la igualdad de condiciones para profesionalizar a la tropa y estimular a los que se entregan al servicio sin limitaciones buscando la superación individual y colectiva.
Cejas sorprendió siendo designado Jefe del Ejército. Sorprendió haciendo gestiones en el desempeño. Sorprendió logrando ser líder, principalmente de los más jóvenes que ven en su historia de vida, conducta profesional y calidez humana un norte como Soldados. Cejas fue una piedra en el zapato para militares y políticos.
Lo último no podía decirse, así que se acudió a una determinación de él – con cuestionamientos éticos, aunque común existencia - para golpear donde más duele: la familia.
Cejas obró para que uno de sus hijos ocupe, transitoriamente, un puesto como civil en la agregaduría militar argentina en Estados Unidos. Eso es lo que se contó, para acusar al saliente JEMGE de déspota, pero no se mencionó que la contratación para asistencia en tareas diplomáticas fue revisada y aprobada por todos los eslabones correspondientes a su tramitación (Que incluye a entes ajenos al Ejército en sí); que el hijo de Cejas es ciudadano nativo de Estados Unidos (Condición requerida en el perfil para permanecer en el puesto asignado) y que estudia Administración de Empresas. Hasta allí, el apartado legal y apenas una mención del Currículum del joven, que nadie dijo – por omisión o conveniencia - al acusarlo desde una perspectiva moral. En la misma línea, muchos omitieron comparar la situación (O juzgar con la misma vara) de todos aquellos militares (Oficiales y Suboficiales) que promovieron a sus hijos, familiares cercanos o amigos como Soldados Voluntarios, Agentes Civiles o PCI; haciendo uso de su grado, cargo o relación con funcionarios de la Dirección de Personal.
Ahora, Cejas se va. Y para argumentar eso, se mostró en público únicamente el último párrafo de estas líneas. Esta parcialidad guarda, al menos, una triple función: justificar su salida y también la serie de cambios de personal y roles que se aproximan. Pero busca, principalmente, intentar destruir la imagen positiva que construyó Cejas en cada acción antes mencionada durante estos dos años, que son los motivos reales de su apartamiento. Cejas molestó.