Ante todo quiero afirmar con fuerza que los veteranos de Malvinas son héroes. Son héroes también los que yacen en ese territorio argentino y cuya identificación, si bien fue obra de varios gobiernos argentinos con el apoyo del gobierno británico y de los propios isleños, tuvo importantes concreciones durante la gestión de Presidente Macri y de sus cancilleres Malcorra y Faurie. Pero en ese marco, vuelvo a reivindicar el trabajo histórico del equipo del que participaron Julio Aro y Geoffrey Cardoso, para quienes seguiremos proponiendo el Premio Nobel de la Paz. Poner la política por sobre la humanidad, como hizo el señor Carmona en su momento muestra una diferencia ética muy profunda que seguiré criticando.
Coincidimos plenamente con las notas publicadas, acerca de los legítimos derechos argentinos a recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del sur y Sándwich del Sur. Deberíamos coincidir también que esa recuperación debe gestionarse a través de los parámetros establecidos en la Resolución 2065/65 de las Naciones Unidas y concordantes que establecen como único mecanismo las negociaciones teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las Islas.
Y que vale reivindicar todos los esfuerzos que se han hecho por abrir espacios de diálogo con todos los actores involucrados, desde el Reino Unido hasta los habitantes de las Islas.
Espero también que coincidamos en que mantener una buena relación con el Reino Unido para crear diálogo y confianza que facilite la negociación -como ocurriera en el pasado- es más positivo que sembrar recelos y desconfianzas con resultados estériles y que llevan siempre a un mayor retroceso. El señor Carmona tiene ahora una enorme responsabilidad, que excede largamente los necesarios aspectos reivindicativos.
Malvinas está en el centro de temas estratégicos para la Argentina: Antártida; Atlántico Sur; recursos naturales; pesca; hidrocarburos y sobre todo la evidencia sobre los modos con los que la Argentina encara sus conflictos con otros países y con el ámbito multilateral. Un lenguaje de enfrentamientos permanentes, sin dar lugar al diálogo en cada uno de estos temas que importan mucho a la comunidad internacional mostrará un país débil y más aislado aún de lo que nos encontramos actualmente.
Finalmente, hago votos sinceros para que el diputado Carmona pueda asumir una actitud positiva, se acerque a la parte británica; que permita una transacción por etapas, primer paso para una recuperación de esa parte de nuestro territorio; que no rehúya de interesarse en problemática isleña, lea atentamente el Penguin News (diario de las Islas), se conecte con la pagina editorial para discutir políticas y poner a disposición aspectos que resulten necesarios para los habitantes, cumpliendo así la Resolución 2065 y otras, aplicables a los procesos de Descolonización. Hago votos también para que se respalde en el personal profesional de la Cancillería que archiva todas las oportunidades perdidas, malogradas por la guerra y posteriormente por episódicas actitudes cerradas a todo diálogo.
Si el Secretario Carmona comparte estas visiones estoy seguro que progresaremos frente a la disputa y frente a la opinión del resto de la comunidad internacional que observa perpleja cómo dejamos pasar las invitaciones al diálogo (Carta de Theresa May al Presidente Macri, por ejemplo). Pero si esto no ocurre los términos de mi nota mantendrán su vigencia, cosa que lamentaré. Por supuesto me pongo a disposición del Secretario de Estado Carmona, si desease cambiar ideas sobre estos temas.
Publicado en Infobae.com