República Argentina: 3:03:28pm

“Muchas veces se percibe que, de hecho, los derechos humanos no son iguales para todos”, dijo monseñor Olivera, en una reflexión destinada a los sacerdotes de la diócesis castrense, que comprende a las familias de los miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad, en la que cita el pensamiento del papa Francisco expresado en la encíclica Fratelli tutti.

“Todos los cristianos y los hombres de buena voluntad –señala el obispo- están llamados, por lo tanto, a luchar no sólo por la abolición de la pena de muerte, legal o ilegal que sea, y en todas sus formas, sino también con el fin de mejorar las condiciones carcelarias, en el respeto de la dignidad humana de las personas privadas de libertad. Y esto yo lo relaciono con la cadena perpetua. La cadena perpetua es una pena de muerte oculta”.

En ese sentido, Olivera expresa en la carta pastoral que “esta situación, tristemente, la vivimos con tantos presos imputados de delitos en tiempos de la dictadura, algunos casos sin proceso, con detenciones preventivas por más de dos años, con edades muy avanzadas, enfermedades y delicados estados de salud”.

Y agrega que “incluso, en este tiempo de pandemia con riesgo sanitario, no se les ha permitido cumplir la detención en forma domiciliaria”.

El obispo Olivera participó el lunes pasado y rezó una plegaria en el acto oficial en el que el ministro de Defensa, Agustín Rossi, reivndicó a los veteranos de la Guerra de Malvinas.

Caminos de reencuentro

El obispo castrense llama en su mensaje a transitar “caminos de reencuentro”, como titula el papa Francisco el capítulo séptimo de su encíclica dedicada a promover la amistad social y la fraternidad.

Consideró, además, que al Papa no hay que “leerlo de un modo parcial”, sino que se deben “seguir sus consejos, sus enseñanzas, su mirada profética”.

El llamó, así, a “tratarnos como hermanos siempre, no olvidando los acontecimientos graves que han ocurrido en nuestro país pero teniendo presente los tiempos de perdón y los tiempos de verdad a los fines que el ‘nunca más’ sea una efectiva realidad”. Y pidió “que la memoria nos permita evitar los atropellos de una u otra parte, teniendo bien presente que las acciones lesivas de los derechos provenientes del Estado comprometen una mayor responsabilidad y una mayor gravedad”.

En su carta pastoral afirmó, finalmente, que “ello no admite una impunidad para faltar a los derechos más fundamentales” y coincidió con el Papa en que la clave está en “transitar todo desde la verdad y no desde el olvido”.

 

 

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