República Argentina: 6:45:46am

Viola fue asesinado en un caluroso mediodía el 1 de diciembre de 1974, cuando llegó junto a su familia a la casa de sus padres en la capital tucumana para un clásico almuerzo dominical. Cuando su esposa cruzó la calle para abrir el portón, estallaron los disparos contra el vehículo que partían desde otros autos. Ráfagas de fusil, perdigonadas de escopeta.

El capitán salió malherido del auto por la puerta del acompañante, para preservar a sus hijas. Corrió media cuadra hasta que más balazos lo derrumbaron antes de llegar a la esquina. Allí lo remataron.

En el asiento trasero del vehículo habían quedado las dos pequeñas: María Fernanda, de 5 años, con una gravísima herida cerebral, y María Cristina, de 3 y medio, a quien los proyectiles le habían arrancado la mitad de la cabeza y llegaría muerta al hospital.

El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) quería vengar la muerte de 16 guerrilleros ocurrida cuatro meses antes, en el intento fallido de copar un regimiento en Catamarca, y en su lista de objetivos figuraba Humberto Viola.

Algunos de sus atacantes fueron condenados a prisión perpetua, pero fueron liberados a fines de los años 80.Posteriormente fueron indemnizados por el Estado.

 

 

 

 

 

 

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