Se recuerda que en la primera vuelta Arauz se impuso por más del 13%, y luego que la justicia electoral desplazó del segundo puesto al candidato por el movimiento indígena, Yaku Pérez.
Ahora, el 11 de abril,se cree que Arauz mantendrá una ventaja de más de 10 puntos, sobre el empresarsario derechista Guillermo Lasso.
Los dos candidatos cambiaron sus posturas que defendían en la campaña electoral en cuanto a lo social y ahora van tratando de captar el voto, utilizando propuestas sociales, de género y ambientales.
Cuál es la intención de voto
Los resultados de la primera vuelta permitió ver que el “correísmo” es la principal fuerza política (32,72%), y muestra un pronunciado descenso (el 57,17% en 2013 y el 39,36% en 2017), Este declive se debe a que la “Revolución Ciudadana de Correa” no solucionó los problemas estructurales del Ecuador (pobreza, desocupación, la dependencia económica, destrucción ambiental, o los derechos democráticos, de los pueblos indígenas, etc.).
El candidato neoliberal Guillermo Lasso, que peleó contra el correísmo» nunca superó el 30% de los votos (en 2013 el 22.68% y 2017, el 28,09%). Llega a esta segunda vuelta con una intención de votos de tan solo el 19,74%.
A este empresario le adosan los antecedentes del golpe económico de 1999 conocido como el Feriado Bancario que concluyo enganchando la economía nacional del ese país a Washington por medio de la dolarización, no siendo por ello un candidato bien visto por la juventud.
Se comenta en ambientes económicos que la fortuna del empresario habría aumentado notablemente, a través de la especulación con los bonos emitidos tras el feriado bancario.
Lasso es aliado de Moreno y del FMI y opto por un programa de gobierno neoliberal. Si gana Lasso, aplicara una agenda neoliberal y ajuste social. En tres oportunidades (2013, 2017 y 2021) intento llegar al poder. Es el candidato que representa a los banqueros y empresarios. Además, estaría violando la Ley de Pacto Ético, que prohíbe a los aspirantes a un cargo público tener vínculos con paraísos fiscales, como lo apuntan al candidato, sostiene los analistas internacionales.
En síntesis: Cuál sería el panorama después de las elecciones del 11 de abril
En un panorama político polarizado y enrarecido, Washington continuara intensificando sus clásicos procesos de interferencia en los procesos latinoamericanos. Para los analistas, la elección de Moreno en 2017, reemplazando a Rafael Correa, facilito al país del Norte un control favorable a los intereses de la administración estadounidenses y de los aliados internos.
El candidato presidencial pro estadounidense Guillermo Lasso esta sospechado de una serie de escándalos denunciados por el periodismo de investigación.
Para los analistas resulta preocupante el estímulo de las acciones aún vigente en el gobierno actual, que sospechan estaría alentado por Washington, porque conducirían a la posibilidad de una crisis socioeconómica y escalamiento de la tensión política y social. En Ecuador se desconfía que si triunfa Arauz, la administración estadounidense intensifique las acciones de organismos de inteligencia para desacreditar al partido “Centro Democrático” y evitar su triunfo. El juego sucio está la orden del día, dicen a viva voz en Ecuador. La victoria de Arauz da la idea de cambios positivos para la población en general y la población indígena en particular
Al actual panorama descripto, se le debe agregar el desastroso plan de vacunación, donde se agrega el tráfico de influencias o Vacunados VIP y también los motines en cárceles que dejaron 79 muertes; señalándose la influencia del narcotráfico y el desmantelamiento del sistema carcelario en busca de la austeridad económica impuesta por el FMI por la deuda millonaria contraída.