Las Fuerzas de Defensa de las Islas Falklands (FIDF por sus siglas en inglés) está integrada por todos los elementos militares estacionados en forma permanente en las Islas Malvinas. Pero también participaron las Fuerzas Británicas del Atlántico Sur (BFSAI por sus siglas en inglés), compuestas por fuerzas que se trasladan a las islas en caso de una emergencia militar. Un tercer elemento es la Unidad de Apoyo Policial al Ejercicio Conjunto (JSPSU) integrada por la fuerza policial permanente en las islas. Entre el personal que se trasladó a las islas para el ejercicio lo hicieron varios centenares de Grenadiers Guards y de Scots Guards -la unidad completa estuvo en la guerra de Malvinas hace 39 años-. Las dos unidades integran la División de la Guardia Real con asiento en Londres.
Estos elementos se combinaron con la guarnición local integrada en el componente naval por el HMS Forth y aviones Typhoon de la Unidad 1435 de la Real Fuerza Aérea y un avión de patrulla marítima A P-8A. Este avión está en permanente patrullaje del mar aledaño.
En esta primera fase de los ejercicios -denominada Cape Bayonet- los infantes integrantes de la FIDF defendieron las islas del supuesto enemigo de la BFSAI, que simularon atacar, desembarcando con tropas con aptitud de comando y abordando el buque británico mencionado. Pero la guarnición local logró defenderse con éxito y perseguir a los atacantes con diversos elementos, entre ellos los perros de la fuerza policial local.
El objetivo fue poner en evidencia la capacidad de realizar acciones conjuntas con las tres Fuerzas. El mayor James Taylor, vocero de las fuerzas que llegaron desde Londres, dijo que "las lecciones que aprendimos en las Falklands nos mantendrán en buena posición para futuras acciones en otros teatros de operaciones como elemento terrestre".
La segunda fase comenzó el 4 de enero de 2021 y tuvo como epicentro el aeropuerto Mount Pleasant (Monte Agradable), donde está la base aérea permanente de la Real Fuerza Aérea. En este caso, las fuerzas permanentes en Malvinas realizaron una "defensa aérea continua basada en tierra", mientras que las llegadas de Londres tuvieron a su cargo una "demostración de penetración en esta base".
La tercera fase de los ejercicios se inició con el despliegue el 15 de enero y duraron una semana. Tuvieron lugar en la isla Soledad, que por su extensión y escasa población permite tiro a gran distancia, lo que no es posible en Gran Bretaña. Se trata de un ejercicio básicamente de tiro con participación del Regimiento 16° de la Artillería Real, que desplegó y utilizó el Sistema Aéreo de Defensa Rapier y tuvo lugar en el centro-norte de la isla, con escasa población. De los ejercicios participó el nuevo comandante para las islas del Atlántico Sur, Comodoro Jonathan Lett.
Los ejercicios militares británicos en Malvinas para 2020 y 2021 no son un hecho aislado: se han venido realizando anualmente durante las últimas décadas. Por ejemplo, en el 33° aniversario de la guerra (2015), participaron fuerzas de paracaidistas de la Royal Marine que habían combatido en las islas, mientras que uno de los ejercicios, el de "recuperación" de la Gran Malvina, culminó con un homenaje a los caídos en la batalla de Goose Spring.
El ex oficial del ejército Justin Crump, director ejecutivo del grupo de gestión de riesgos Sibylline, dijo: «Aunque una acción militar a gran escala es más o menos inconcebible, la acción simbólica de las fuerzas especiales argentinas sigue siendo una opción viable para que Buenos Aires apuntale el apoyo interno, a pesar del riesgo de consecuencias diplomáticas».
Con una inflación del 34% y una cuarta parte de la población recurriendo a los bancos de alimentos, las condiciones económicas de Argentina son tan nefastas hoy como cuando el general Galtieri ordenó la invasión militar de las islas en 1982.
Pero Buenos Aires tiene un premio diferente en mente: 60.000 millones de barriles de petróleo que se calcula que yacen en aguas británicas.
La elección del presidente Alberto Fernández en 2019 ha provocado un resurgimiento de las reivindicaciones territoriales.
«Con los probables disturbios en los próximos meses, es posible que el presidente Fernández reciba con agrado el gesto simbólico que representaría una incursión de las fuerzas especiales», dijo el Sr. Crump.
La realidad es que Malvinas hoy es la base militar de ultramar más importante de las 13 que retiene el Reino Unido, y al mismo tiempo es el campo de maniobras más significativo, ya que está integrado por las tres Fuerzas. El terreno y las condiciones de las islas se asemejan al de las estepas siberianas, un eventual terreno de operaciones en el conflicto con Rusia. En estos ejercicios se pone a prueba la llegada y refuerzo del contingente de las islas, trasladando para ello tropas desde Londres.
Por último, el sentido militar de mantener esta base no se ve alterada por las consecuencias del Brexit.