Su titular, el general retirado Ernesto Bossi -ex secretario general del Ejército en los 90- niega que la Mesa sea un partido político o un sindicato, pero admite "un cambio de actitud" respecto de silencio defensivo de los uniformados en las últimas décadas. "Necesitábamos una representación", sintetiza el general, que busca debatir la necesidad de lo que llama un proyecto de Defensa Integral para la Argentina.
¿La Mesa de Encuentro es una reedición de lo que fue el llamado Partido Militar durante el siglo XX?
No, de ninguna manera. No somos ningún partido político. Nadie quiere cargos, listas ni nada. Para evitar susceptibilidades tratamos de evitar todo contacto con funcionarios, políticos, opositores. Tampoco somos un sindicato, esto lo hemos debatido. Para empezar debemos lograr amalgamar a nuestra gente, y por eso nos dimos el nombre de Mesa de Encuentro. Algunos nos asemejan a la mesa de enlace agropecuaria, pero tampoco somos lo mismo. Por ahí lo nuestro se parece más a ese espacio que crearon los ex secretarios de Energía para proponer políticas en el área.
Sin embargo, entre los objetivos de la Mesa hay varias reivindicaciones gremiales...
Hay intereses comunes y particulares, no es lo mismo. Nosotros vamos a colaborar con ideas y debates respecto de temas que interesan y preocupan a militares, policías y fuerzas de seguridad en todo el país: haberes, vivienda, protección legal para actuar, obras sociales.
¿Cuál es la meta central entonces?
Antes que nada queremos amalgamar a este conjunto de seres humanos de uniforme. Ser un elemento estratégico más para el desarrollo nacional. Necesitábamos tener una representación. Somos cientos de miles de gente de uniforme, familias, personas que han servido y cumplen servicio en el territorio nacional. Además, están los intereses comunes de toda nuestra gente.
¿Cuándo nació la idea?
Nosotros tenemos círculos, mutuales, cooperativas que se ocupan de la ayuda mutua y la economía social nuestra. Esta idea se fue forjando ahí. En octubre, noviembre decidimos intentar esto. Todo el mundo sabe que existe el Círculo Militar, pero en Azul está el centro de oficiales retirados azuleños, y es igual de importante. Hay referentes de todas las fuerzas, de todas las provincias. Es muy importante que estén todos. Queremos hacer una contribución de lo que vemos: por distintos motivos, el tema Defensa no tiene trascendencia. Nosotros queremos llevar el cambio de opiniones y la discusión al ámbito público. Queremos hablar ante la opinión pública y la dirigencia política. El personal en actividad no lo puede hacer.
¿Cuál es la vinculación con ese personal activo, cuya expresión política o personal está prohibida legalmente?
No hay coordinación con ellos, pero tratamos de determinar lo que afecta a los recursos humanos, que son los mismos problemas de quienes están en actividad. Nosotros invitamos y comentamos a quienes están en actividad lo que vamos a hacer académicamente en el Observatorio de Defensa de la UCEMA. Estamos poniendo un cuidado muy especial en no perturbarlos en su conducción y que esto no los afecte en nada. A todos los que estábamos en actividad nos molestaba escuchar a cientos de retirados. Yo tengo 77 años y más de 50 de servicio, y ¿qué hice cuando tuve mando? Lo que pude. Cosas bien, cosas mal, regulares. Ahora queremos colaborar.
¿No temen que la propuesta sea interpretada como una herramienta de presión política, o hasta de reivindicación de las violaciones de los derechos humanos en la dictadura?
Desde el principio sabemos que una idea como la nuestra siempre genera desconfianza. Pero hay un cambio de actitud: no perdemos energía defendiéndonos de acusaciones que no tienen fundamento. No formamos parte de ninguna conspiración, ni por supuesto la alentamos. Para nosotros el respeto a la Constitución y a todo el marco jurídico está fuera de discusión. Lo único que queremos es colaborar. Sí nos preocupa que, a partir de los invitados a nuestra presentación del martes, se atque a las instituciones que representan, y que interactúan con las fuerzas desde hace más de cien años. Estamos actualizados de lo que pasa en el mundo. Argentina está en una situación complicada, por circunstancias que no juzgamos, y somos uno de los pocos países que, por ejemplo, diferenciamos entre Defensa y Seguridad. Ese es nuestro primer objetivo: participar en el debate público, que nosotros para hacer más transparente hablamos de la Seguridad Integral. Es la defensa nacional y la seguridad pública, todo.
La reacción del ministro de Defensa Rossi fue muy fuerte, entre otras acusaciones vinculó a la Mesa con la cena en el Regimiento de Patricios que en 2003 Néstor Kirchner denunció como conspirativa.
Una pena. ¿Conspiración? Queremos debatir ideas que nos interesan. Aquella vez fue igual: se trataba de una reunión habitual que hacíamos en mayo porque es el mes aniversario de la Revolución, en el que se celebra el día del Ejército y la Armada, un mes importante para la Patria. Jamás se trató de otra cosa, como quedó demostrado.