Como militar leí con gran alegría la carta de nuestro Obispo Monseñor Olivera insistiendo, sin hipocresías, en la necesidad de reparar el escondido problema de los militares presos acusados de crímenes de lesa humanidad y que ha sido forzosamente ignorado por los sucesivos gobiernos. Ha sido así porque se considera que son “políticamente no correctos”, vale decir que producirán efectos negativos para quien actúa independientemente de la justicia de la acción realizada. Sin dudas, ésa es la base del consejo que un diputado dio a Mons. Olivera de no ser el “sindicalista de los militares”.
Mons. Olivera analiza la situación empleando el pensamiento de SS el Papa Francisco, lo que ayuda a encuadrar la situación de los presos militares, para quienes pese a la poca confiabilidad del Poder Judicial es imprescindible la búsqueda de la verdad y la justicia, recuperarlas será un trabajo arduo y difícil. A su vez como dice Mons. Olivera, el tratamiento debe ser una muestra de humanidad y no de venganza, solamente así podremos construir los puentes hacia el futuro.
El camino está marcado, es hora de comenzar a andar.
Enrique Molina Pico
AlmiranteVGM (R)
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