A principios de 2014 el Ministerio de Defensa tomó la decisión de modernizar la flota de “C-130” de la Fuerza Aérea Argentina. El denominado “sistema de armas Hércules” constituye uno de los pilares fundamentales de la logística de la Fuerza Aérea. El país cuenta con estas aeronaves desde hace poco más de 50 años. Los pilotos militares consultados por Infobae aclararon que cumplidas la tareas de modernización de acuerdo a los programas del fabricante, las aeronaves quedan equiparadas a las recién salidas de la linea de producción.
El primer upgrade se realizó en Estados Unidos y correspondió al aparato matrícula TC 69 y en forma paralela el país adquirió el know how para realizar las tareas en la fábrica de aviones que el Ministerio de Defensa tiene en la ciudad de Córdoba.
El avión que hoy se reincorpora al servicio activo atravesó un proceso de modernización tecnológica que amplía su vida útil en al menos 20 años de operaciones regulares. Se procedió a la renovación de sus sistemas de navegación y comunicaciones, como así también los de alerta y vigilancia, visión nocturna, búsqueda y rescate. Desde FAdeA destacan que se digitalizó todo el instrumental y se realizaron renovaciones en motores, tren de aterrizaje y control electrónico de hélices.
La presidente del directorio de FAdeA, Mirta Iriondo, contó que fue bastante complicado adecuar los procesos de trabajo de la planta a las exigencias que impone la pandemia. “Hemos tenido que prepararnos para la contingencia y hemos logrado reducir al máximo la cantidad de personal presente sin afectar la productividad y de esta manera cumplir con el requerimiento del Ministerio de Defensa”, sostuvo.