El Senado de EEUU aprobó el pasado 17 de diciembre 2019 la Ley de Autorización de Defensa Nacional 2020 que, entre otras cosas, incluye sanciones contra el proyecto Nord Stream 2. En la siguiente fase, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podrá firmar la pieza legislativa. De hecho, ya ha declarado que está dispuesto a aprobarla sin demora.
Entretanto, los senadores republicanos Ted Cruz y Ron Johnson enviaron una carta con amenazas a la empresa suiza Allseas, que se ocupa de la instalación de tuberías del gasoducto Nord Stream 2 en el fondo marítimo. Cruz y Johnson advirtieron del riesgo de aprobación de sanciones, que pueden devastar la compañía. Se puede hablar de una verdadera guerra del gas que los senadores de EEUU libran contra Rusia. En una misiva publicada en el sitio web de Cruz, el político republicano señala que entiende que Rusia paga un monto significativo de dinero por finalizar las obras de construcción del gasoducto. Pero, en caso de que la empresa continúe participando en el proyecto después de que el presidente firme la ley, esta será expuesta "a sanciones económicas y legislativas potencialmente fatales y demoledoras". Ya desde hace mucho tiempo, Ted Cruz se muestra en contra de la realización del Nord Stream 2, porque considera que Rusia ganará millones de dólares que podrían ser usados para continuar la supuesta agresión rusa. Además, teme que Europa dependerá incluso más del gas ruso, si bien esta nunca fue una meta de Moscú. La Casa Blanca en general comparte esta visión y propone como alternativa el gas natural licuado (GNL) estadounidense.
Los analistas indican que la Casa Banca persigue sus propios intereses.
El principal objetivo de las medidas restrictivas contra el Nord Stream 2 que busca introducir la Administración estadounidense es aumentar las importaciones de su GNL al mercado europeo. Los estadounidenses extraen gas de esquisto y luego lo procesan para transportarlo en forma líquida. Este tipo de gas —que está siendo activamente promovido por EEUU— es más caro que el ruso, que los gasoductos transportan a través del territorio de Europa del Este. Rusia y un grupo de países europeos ve el Nord Stream 2 como un proyecto claramente económico.
En el caso del Nord Stream 2 muchos países europeos sacarán ventaja de la creación del nuevo gasoducto submarino ruso. Alemania es uno de los países que promueve activamente el proyecto. A su vecina se suma Austria, que también ve el gasoducto como beneficioso, porque importará gas ruso a través del territorio alemán. La canciller germana, Angela Merkel, rechazó las sanciones estadounidenses contra el proyecto.
A su vez la Asociación Empresarial Alemana para el Este de Europa (OAOEV, por sus siglas en alemán) declaró que las sanciones de Estados Unidos contra el proyecto de gasoducto Nord Stream 2 pisotean la soberanía europea. "Las sanciones contra el Nord Stream 2 aprobadas por la Cámara de Representantes de EEUU pisotean la soberanía europea y es una injerencia inadmisible en la política energética autónoma de Europa", señala la declaración de OAOEV. Los autores del documento advierten que las sanciones "van dirigidas directamente contra las compañías europeas y afectarán considerablemente las relaciones transatlánticas". "La presión desde el exterior en este caso es absolutamente inconveniente, las sanciones harán subir los precios de los portadores energéticos en perjuicio de la industria europea y los consumidores", subraya la declaración. Europa —agrega el texto— debe rechazar con decisión cualquier intento de EEUU de promover la venta de su gas natural licuado en Europa usando métodos deshonestos.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, tambien declaró que Alemania rechaza cualquier intento de otros países de influir en la política energética europea. "La política energética europea se decide en Europa y no en Estados Unidos. Rechazamos de principio invectivas desde el exterior y las sanciones extraterritoriales", dijo Maas al comentar las sanciones estadounidenses al gasoducto Nord Stream 2.
Las empresas alemanas llaman a la Unión Europea a desarrollar rápidamente herramientas para prevenir o compensar las sanciones contra el gasoducto Nord Stream 2. Y Alemania ya está considerando medidas de represalia a estas sanciones al Nord Stream 2.
Los analistas califican de extorsión y chantaje la posición de EEUU hacia Nord Stream 2
Se trata de una competencia injusta en el mercado del gas natural, donde ahora los estadounidenses utilizan métodos políticos en lugar de económicos. Competidores estadounidenses, que desean presionar a Rusia en el mercado europeo del gas natural, ahora están influyendo en los líderes políticos de algunos países europeos, prometiendo que en el futuro, EEUU les compensará los ahorros que perderán si abandonan el gas ruso y cambian al gas natural licuado estadounidense, que es más caro. Según los analistas, se trata de un engaño porque, en realidad, EEUU no piensa compensar nada y los gastos correrían a cargo de los consumidores europeos. Aquí hay un doble engaño: los estadounidenses están engañando a los políticos europeos y ayudan a engañar a los consumidores comunes.
Sanciones contra el Nord Stream 2: EEUU teme perder el dominio económico
EEUU busca sembrar una "discordia política" entre Rusia y la UE para no perder su dominio económico, dijo Stephan Kohler, experto alemán en energía y director de EnergyEfficiencyInvest Eurasia GmbH. Hay dos razones para las sanciones de Estados Unidos, según Kohler. En primer lugar, EEUU está interesado en vender su GNL a Europa. Pero los precios actuales muestran que el GNL de Rusia o Catar tiene un precio menor que el gas estadounidense. En otras palabras, EEUU no es competitivo en este sentido. "Pero lo que encuentro más interesante es el aspecto político. Creo que los estadounidenses no quieren que Europa y Rusia se acerquen de nuevo. Por eso imponen sanciones para sembrar una discordia política entre Europa y Rusia", señaló Kohler. Según el analista, la introducción de las sanciones se aceleró después de que los presidentes de Rusia, Alemania, Francia y Ucrania lograran progreso en la reunión en el formato de Normandía. En ese momento, EEUU se enfocó en las sanciones.
El experto calificó las medidas económicas de EEUU contra Nord Stream 2 como fuertes, pero no trágicas. Como resultado, las compañías que están colocando el gasoducto en el mar Báltico, no podrán continuar trabajando. Entonces habrá una pausa en las obras, habrá que utilizar opciones alternativas, que son aún más caras y llevarán más tiempo. "Es un impacto en el Nord Stream 2. Creo que estará terminado, pero la obra se ralentizará, llevará más tiempo", evaluó. También hay que tener en cuenta que Rusia reaccionará a las sanciones de Estados Unidos, lo que de nuevo provocará tensiones políticas cuyas consecuencias no se pueden evaluar todavía, observó Kohler.
"El Nord Stream 2 es un proyecto permitido por todas las normas legales. Los políticos condenan verbalmente las acciones de Estados Unidos, pero ahora necesitamos una reacción dura hacia Estados Unidos. Europa no puede permitir que EEUU viole los principios legales solo para satisfacer sus propios intereses económicos y políticos. Alemania debe imponer sanciones contra Estados Unidos porque de lo contrario perderemos nuestra independencia", enfatizó Stephan Kohler.
"Estamos en un buen camino en nuestras relaciones. Por supuesto, Estados Unidos quiere evitar que esto suceda. No hay ninguna justificación para estas sanciones de EEUU, es puro desafuero para impedir el acercamiento político entre Europa y Rusia", subrayó el experto. Según Kohler, la puesta en marcha del nuevo gasoducto desde Rusia hasta China preocupa a EEUU. Washington teme que en esta parte del mundo surja una región económica y que Estados Unidos no sea competitivo. "Si Europa, con sus tecnologías, y Rusia, con sus materias primas, se acercan, junto con los mercados de China y la Comunidad Económica Euroasiática, representarán una fuerte potencia. Si se hace realidad, será una amenaza para el dominio económico estadounidense. Los estadounidenses quieren evitarlo a toda costa", concluyó Stephan Kohler.