El texto del reportaje es el siguiente:
A poco de que se cumplan 5 meses de la desaparición del submarino ARA San Juan en aguas del Atlántico Sur, la ciudad recibe por estos días una visita especial: en el Puerto de Buenos Aires se encuentra amarrado el buque HMS Protector, el primer buque de la Armada Real Británica en tocar suelo porteño a 36 años de la guerra de Malvinas.
El HMS Protector fue también el primer barco de una potencia extranjera en sumarse a la búsqueda del submarino. Forma parte de la flota de la Royal Navy y al igual que el rompehielos ARA Almirante Irizar, junto al cual está amarrado en el la dársena E del puerto, realiza tareas científicas en la Antartida. Este jueves, Infobae participó de una recorrida de prensa por la nave y dialogó con su capitán, Matt Syrett.
-En Argentina hay muchas personas -incluso algunos familiares de la tripulación del ARA San Juan y algunos políticos- que todavía piensan que la Armada Británica estuvo involucrada en la desaparación del submarino. ¿Qué les diría?
-Yo creo que es una pena porque en definitiva se trata de 44 hombres y mujeres, los marineros del ARA San Juan y sus familias. La única participación de la Armada Real en la cuestión del ARA San Juan fueron los esfuerzos de búsqueda y rescate de estas naves. Creo que es una pena que algunas personas piensen eso, pero ciertamente no es verdad.
-En los últimos meses trascendieron informaciones sobre que el ARA San Juan probablemente estuviera realizando actividades sospechosas, probablemente espiando a los británicos. ¿Qué piensa al respecto?
-Me parece muy improbable. Y ese es un tema que otras personas deberían determinarlo. Los submarinistas siempre deben vigilar muy bien los barcos de pesca y otros peligros para la navegación. Algunas personas pueden decir que eso es vigilancia, otras personas dirían que es una forma sensata de mantener un buen control del mar. Entonces, esa es una cuestión para que otras personas comenten. Pero creo que es poco probable que ese fuera el caso, y aunque lo fuera, lo importante es la pérdida de las familias. Entonces, cualesquiera que sean las circunstancias, nuestro deber como marinos es ayudar a los que están en peligro y es por eso que la tripulación de mi barco se conmovió. Involucrarnos en la búsqueda y el rescate afectó a mi tripulación. Entrenamos para estas cosas, practicamos estas cosas, nos aseguramos de que estemos listos, pero esperamos no utilizarlas…
Al igual que el resto de los buques de la Royal Navy -y los de la Armada Argentina-, el HMS Protector está dotado de un sistema de identificación automática que siempre está transmitiendo y que permite rastrear su posición desde la web. Es por ello que el pasado martes, a menos de 15 minutos de que ingresara al canal que conduce al Puerto de Buenos Aires, el periodista especializado Juan Manuel Baiutti daba a conocer la noticia por las redes sociales.
-Entré en el canal a Buenos Aires y a los 14 minutos, ya estaba en Twitter. 14 y 55 segundos desde que entramos al canal y ya estaba en Twitter. Entonces, no hay sorpresas. El derecho internacional nos obliga a tener nuestros sistemas de identificación automática y la Royal Navy se ajusta a eso. Este barco está en una misión pacífica, pero en realidad todos los buques de la Royal Navy tienen sus sistemas de identificación automática. Los submarinos no porque van debajo de la superficie. Los de la Argentina y los nuestros. Pero esta es la forma en que operan… Esa es la forma en que ambos jugamos. La actividad normal de un submarino puede parecerle a algunas personas que están espiando, pero para mantener un submarino seguro, usted tiene estar tan al tanto de los fondos marinos, el clima de la superficie del mar…
-Ante la llegada de buques como el HMS Protector o el ruso Yantar, algunos medios -incluida la BBC- advirtieron sobre la posibilidad de que realizaran tareas de inteligencia. ¿Es eso posible?
–Este es un buque investigación y los datos que recopilamos durante la búsqueda del ARA San Juan son los mejores datos que podemos producir y hemos entregado toda esa información a las autoridades argentinas. Así que mira nuestros datos y puedes decir qué tan buenos son nuestros sonares si ya tienes esa información, pero también puedes ir a Kongsberg, el fabricante del sonar: tenemos sonares civiles a bordo, nuestra capacidad figura en Jane's Fighting Ships (N. de R.: un libro de referencia de publicación anual sobre todos los navíos de guerra del mundo) y en Google. No hay sorpresas aquí. Puedes mirar nuestros sonares. Este es todo equipo comercial, cuyos parámetros y capacidades se pueden buscar fácilmente. Genuinamente, si quieres que pruebe lo que tengo, puedes ir a cualquier parte de mi barco. No hay ningún lugar al que no pueda llevarte. Es una misión científica la que estamos haciendo: permitir que nuestros científicos y otros científicos de otros países vayan al ambiente hostil de la Antártida de manera segura. Es por eso que tenemos una plataforma militar. Es por eso que tenemos marinos, porque nuestros marineros son especialistas en clima frío. Pero si quieres visitar cualquier lugar de mi nave, no hay ningún secreto aquí. Sos bienvenido para mirar. No tengo nada que esconder, así que esta es una misión muy fácil para mí. Es muy fácil estar abierto porque no tenemos nada que esconder.
-Luego de la experiencia del ARA San Juan, algunas autoridades navales británicas sostuvieron que podrían realizar ejercicios de búsqueda y rescate en el futuro junto a la Armada Argentina. ¿Es eso posible?
-Esta es mi opinión personal, no una opinión militar. Pero creo que tiene sentido. Cuando tienes helicópteros, rompehielos como el Protector o el Irizar, creo que es sensato que trabajemos juntos por el bien común porque, con toda probabilidad, con el número de turistas en la Antártida, es probable que tengamos que ayudar a civiles a salir de un problema. Por lo tanto, creo que de cualquier manera que podamos comunicarnos mejor, de la mejor manera en que podamos compartir mejor la experiencia, cualquier forma en que podamos trabajar juntos debe ser positiva.
-¿Es más fácil para las fuerzas armadas de ambos países trabajar en conjunto que para los políticos?
-Si miras nuestra historia compartida en un período de tiempo mucho más largo, ciertamente ha sido realmente agradable. La tripulación de mi barco y yo hemos recibido una cálida bienvenida en la Argentina por la Armada Argentina. Tenemos mucho en comun. Tenemos una batalla compartida en el mar contra el viento y el clima. Entendemos y tenemos derecho a estar juntos en altamar, por lo que es fácil hacer amigos. Creo que inevitablemente, con los problemas del pasado, habrá quienes pretendan perpetuarlos. Pero no creo que este sea lo destacable: se trata de que estamos cooperando regularmente con las bases antárticas argentinas Brown, Primavera, Esperanza, y todos los otros lugares que hemos visitado recientemente. Y en la Antártida cooperamos, esto es normal. Estas personas están junto a nosotros y son nuestros amigos.
-¿Cree que es posible replicar el trabajo conjunto que se hace en la Antártida -bajo el paraguas de un tratado internacional- al Atlántico sur?
-Creo que si podemos seguir por ese camino, debemos hacerlo. Durante esta visita, he hablado con oficiales navales argentinos para invitar a oficales argentinos para que se unan a nosotros para las operaciones el próximo año. Y estaría muy interesado en transferir a algunos de mis marineros y recursos, de modo que podamos compartir experiencias. Esperamos que las personas que han estado en la Antártida compartan esas lecciones para que podamos hacer cosas difíciles como esta.
En las pantallas, la información del sonar que el HMS Protector envió a las autoridades argentinas para la búsqueda del ARA San Juan
-En el último tiempo la Argentina y el Reino Unido han dado muestras de estar desenfriando la relación bilateral. ¿Se siente parte de eso? ¿Piena en algún momento en la cuestión de Malvinas cuando trata con argentinos?
-Creo que es grandioso ser parte de eso porque si no fuéramos parte de eso, el HMS Protector no estaría hoy en Buenos Aires. Y creo que estamos aquí para celebrar la cooperación científica en la Antártida. Creo que las preguntas más amplias son, probablemente, mejores para los políticos.