En el comunicado se destacó “el reciente trabajo de ADN llevado a cabo por el Comité Internacional de la Cruz Roja”, ya que hasta ahora “sus tumbas tenían las palabras ‘soldado sólo conocido por Dios’”
“Hoy, los familiares encontraron las tumbas de sus seres queridos completas con una lápida y sus nombres. En el cementerio, hubo una ceremonia religiosa y militar para conmemorar la ocasión. El Gobierno de las Islas Falkland acoge con beneplácito esta visita y ha trabajado estrechamente con las autoridades argentinas y la Asociación de Familiares para asegurarse de que sea un éxito”, agregaron.
El parte de prensa difundido por el gobierno de las Islas Malvinas destacó también la labor conjunta.
Fue ahí donde se puntualizó: “Esta visita de los familiares, junto con la ayuda entregada por los activos del Ministerio de Defensa del Reino Unido basados en las Islas Falkland, los que trabajaron junto con las Fuerzas Armadas argentinas durante la búsqueda del ARA San Juan, demuestran lo que se puede lograr con buena voluntad de ambas partes”.
Padres, hermanos y gente cercana a los 90 soldados que habían sido enterrados como NN aterrizaron a las 6.30 en el archipiélago para poner fin al proceso de identificación de los cuerpos que surgió tras un acuerdo entre la Argentina y el Reino Unido. Pocos minutos después arribaron en dos grupos al cementerio de Darwin. Cada uno se dirigió a la tumba de su familiar caído en combate.
De acuerdo al relato del periodista Nicolas Cassese, de La Nación, fue una mañana mansa en las Malvinas, sin ráfagas de viento y con 15 grados de temperatura -un clima agradable y poco habitual en esta época del año-. Los familiares de los soldados vivieron desde temprano una jornada intensa. En sus rostros hubo muestras de congoja, pero también de alivio. Se sentaron en sillas al lado de cada tumba o directamente antes de que la guardia de honor rindiera homenaje a los caídos y se celebrara un oficio religioso.
Concretamente. ahora,se pusieron placas recordatorias en las tumbas de 90 soldados que hasta el lunes descansaban bajo la leyenda "soldado argentino solo conocido por Dios".
El escenario para la ceremonia militar y religiosa, que duró menos de una hora, se montó debajo de la cruz blanca central del cementerio de Darwin.
Dispusieron de unas horas para pasar con los restos de los caídos en Darwin. Luego, partieron escalonadamente hacia el aeropuerto para regresar a Buenos Aires.