En un reciente artículo publicado en el diario Infobae, el Brigadier ® Jorge Reta sostuvo –entre entre otras consideraciones y propuestas- que “el monitoreo del Atlántico Sur más allá de las 300 millas, podría estar a cargo de la Real Fuerza Aérea Británica ya que posee medios aéreos idóneos para esta tarea en particular, disponiendo de la Base Aérea de Mount Pleasant (Islas Malvinas) y como aeropuertos de alternativa, aquellos que la Fuerza Aérea del Uruguay eventualmente autorice y sean apropiados para la operación de los aviones británicos.
“De esta manera, el espacio aéreo argentino estaría blindado en los 360 grados de nuestro vasto territorio”, completó el oficial. Las fuerzas aéreas de Chile, Perú, Brasil y Estados Unidos se encargarían del resto en razón de que, en la actualidad, la Argentina carece de interceptores.
La réplica no tardó en llegar en particular de la pluma de un laureado ex piloto, el comodoro ® Héctor “Pipi” Sánchez y se generalizó en las redes particularmente en los correos y sitios de los veteranos.
Sanchez se preguntó, por ejemplo, si Chile permitiría que otra nación cuide su espacio aéreo y culpó a los actuales y anteriores mandos de la institución aeronáutica por permitir, sea por acción, negligencia u omisión, que las cosas llegaran a tal punto.
Específicamente recordó cuando, aparentemente por intereses políticos, incluso generados desde la propia fuerza aeronáutica en base a informes basados en el desconocimiento profesional, se bloqueó la compra de interceptores Kfir a Israel., que hoy, dijo, podrían estar ya en el país para cumplir ese objetivo.