Un día después de la marcha a Plaza de Mayo, que concluyó con incidentes, 23 heridos y 27 detenidos, el obispo castrense invitó a rezar por la patria y el camino del encuentro, a la vez que reclamó "una Justicia rápida, eficaz y creíble".
En una declaración difundida el sábado (02 sep) , Olivera imploró que "las miradas mezquinas de la política partidaria no se embarquen en otros intereses con segundas intenciones". Expresó que "todos queremos y deseamos que Santiago aparezca, que todo desaparecido aparezca".
"Todos tenemos que estar comprometidos para aportar aquello que podemos aportar y decir aquello que sabemos o que queremos, en el ámbito del respeto y en el ámbito de la verdad", animó el obispo.
Olivera, que asumió hace dos meses en el obispado castrense, llamó a pedir por la paz y la justicia. "Debemos recuperar la credibilidad en la Justicia, que debe con celeridad buscar los caminos en los que no haya ninguna sospecha, ni ninguna ambigüedad", dijo.
Pidió a todos "no dejarnos encender por la violencia, sino que realmente con actitudes del corazón, con miradas comprensivas y de caridad, podamos apagar el fuego y el incendio que supone la agresión, la mentira y los juicios que no corresponden a todos, sino que deben ser puestos por la Justicia".
Y señaló: "Que nunca más la violencia sea el modo y el camino para manifestar lo que pensamos y que el respeto sea el camino que verdaderamente queremos transitar".