Con el nombramiento, el papa argentino puso fin al conflicto institucional generado entre el Vaticano y el gobierno de Néstor Kirchner, que en febrero de 2005 removió por decreto al anterior obispo castrense, Antonio Baseotto, luego de que en una polémica carta cuestionó la política del entonces ministro de Salud, Ginés González García, en favor del aborto.
A pesar del decreto de Kirchner, en medio de una crisis inédita, el Vaticano mantuvo a Baseotto hasta su retiro, en abril de 2007, cuando el vicariato castrense pasó a estar a cargo del sacerdote Pedro Candia. El año pasado, la Santa Sede hizo consultas en reserva por vía diplomática y el gobierno de Mauricio Macri comunicó que no iba a poner obstáculos si el Papa decidía nombrar un nuevo obispo castrense.
En ese contexto, ayer se conoció el nombramiento de Olivera, quien se formó al lado del recordado obispo Justo Laguna. Desde septiembre de 2008 es obispo de Cruz del Eje y en los últimos años fue un ferviente impulsor de la canonización del cura Brochero.
Reconciliación y verdad
En diálogo con LA NACION, Olivera (58 años) anticipó que su misión será "acompañar pastoral y espiritualmente a la familia militar y los trabajadores de las Fuerzas Armadas". Dijo que seguirá predicando el mensaje de Brochero, quien "trabajó para el encuentro de todos para transformar la realidad".
Consciente de las controversias políticas y heridas que generaron en las últimas décadas la cuestión militar y la revisión del pasado reciente, Olivera afirmó que trabajará "por la reconciliación, siempre desde la verdad y la justicia".
"Todas las partes que hayamos errado en el camino tenemos que pedir perdón y mirar para adelante", completó el obispo, quien este fin de semana viajará a Roma para reunirse el lunes con Francisco .
Con esta designación, el Papa ratifica la decisión de mantener el obispado castrense, a pesar de las voces críticas que en los últimos años, particularmente durante el gobierno anterior, proponían suprimirlo. El propio cardenal Bergoglio había asumido interinamente el obispado castrense antes de la designación de Baseotto.
El secretario de Culto, Santiago de Estrada, expresó a LA NACION la satisfacción del Gobierno, que no puso objeciones al nombramiento. Aseguró, sin embargo, que la cuestión del obispado castrense no fue un tema de conversación en los dos encuentros que Macri mantuvo el año pasado con Francisco.
El decreto de Kirchner había dispuesto el cese del acuerdo prestado oportunamente por el Estado argentino para la designación de Baseotto y suspendía el pago de una retribución mensual.
Luego de su relevo, Baseotto reclamó por vía judicial el pago de sueldos y jubilaciones adeudados, lo que fue reconocido por la Sala II de la Cámara Federal de Seguridad Social en septiembre de 2013 y, un año después, por la Corte Suprema, que no convalidó un recurso extraordinario que interpuso el gobierno kirchnerista