La generación de expectativas en todo el personal de las FFAA sobre posibles cambios en la escala salarial, sin que esto se resuelva de una vez y se publique como corresponde en el Boletín Oficial, produce una incertidumbre sumamente perjudicial para el mantenimiento de la disciplina, de la cual los rumores son el peor enemigo.
Advertimos en nuestra circular de Noviembre pasado que era necesario no guiarse por trascendidos, pues ya circulaban planillas de diversas fuentes, pero la respuesta de las autoridades de Min Def debió haber sido obtener y publicar el correspondiente Decreto en el mes de diciembre, para aplicar a partir del 1ro de enero.
Transcurrieron dos meses sin novedad, y ante signos de malestar institucional el ministro Martínez se vio obligado a hacer declaraciones públicas, que el portal Infobae publicó el 9 de febrero. Extraemos dos párrafos:
“El ministro precisó que el reajuste en los haberes, además de implicar una suba del 6% de bolsillo, implica "un 3% de blanqueo" de distintos ítems en los sueldos. "Con esto llegamos al 67 por ciento. El objetivo es 85%, que la idea es hacerlo en la menor cantidad de años posible", informó acerca de los objetivos de gestión en materia de regularización salarial. “
“Sin embargo, admitió que la "política salarial equivocada" del kirchnerismo con las FFAA "no se puede revertir en un solo mandato" de gestión.”
Consideramos muy graves estas afirmaciones, ya que de ser ciertas no sólo está reconociendo que se ha decidido blanquear solo el 85% de los suplementos no remunerativos, sino que se piensan tomar varios años para ello, no responsabilizándose por lo tanto de volver a la legalidad.
No olvidamos que fue el propio Ministro, por entonces Diputado Nacional, quien en Mayo de 2013 presentó en el HCN (trámite parlamentario Nro 48), junto a otros siete diputados de la Comisión de Defensa, un proyecto de ley derogando el Decreto 1305/12, restituyendo la escala jerárquica a la relación anterior de 5,33 a 1 y eliminando por completo los suplementos no remunerativos, criticando en duros términos lo que ahora se empeña en mantener.
Mientras tanto, los trascendidos continúan. Esta semana ha llegado a nuestras manos una supuesta Presentación del EMGA titulada “Etapa 2 de la Adecuación Salarial”, fechada en 17 de febrero, coincidente con los dichos del Sr. Ministro, por lo que le asignamos alta probabilidad de certeza.
Según la misma, la nueva escala lleva la relación de haberes (entre extremos), de 4,27 actual a 4,45, con un objetivo final de 5,35. Esto significa que -a razón de 18 puntos por año- se demoraría 5 años más en recuperar lo perdido en términos de jerarquización.
Mientras que con respecto al blanqueo, prevé una exigua corrección del 3% en promedio (no sabemos bien sobre qué base), pero teniendo en cuenta que los suplementos por Responsabilidad Jerárquica y Administración de Materiales quedarán con valores de entre 40% y 50%, significa que también su normalización llevará varios años para completarse.
No podemos pasar por alto un tema que nunca se menciona y que ha figurado siempre en nuestras propuestas: Se trata de la eliminación (gradual) del actual esquema de Suplementos de Zona y su reemplazo por otro que se ajuste a la verdadera razón de su existencia, solo en los destinos donde es necesario compensar el sacrificio social o económico. El valor mínimo actual, para las zonas más benévolas, es del 10% al 20%, y está generalizado de tal modo que actúa como un Suplemento General –valga la redundancia-, o sea, un aumento encubierto para el personal en actividad que no se condice con el espíritu de la Ley 19.101.
Sería penoso que un gobierno que ha hecho gala de la premisa de volver a la normalidad institucional y al respeto por las leyes y garantías constitucionales, se vea obligado a encuadrarse drásticamente en los términos legales como resultado de un fallo judicial.
También sería penoso, para los integrantes de las FFAA, comprobar que no representamos prioridad alguna para el conjunto de la Sociedad, y menos aún para el gobierno nacional en el que hemos depositado nuestras esperanzas, que cede con asombrosa facilidad ante los grupos que pueden ejercer una mayor presión, incluso con el empleo de la violencia o fuera de la Ley.
Buenos Aires, 22 de Febrero de 2017.-