Martínez destacó que la suba se produce "después de 12 años de postergación, persecución, destrato" hacia los uniformados, en el marco de las políticas de inversión y de aumento del gasto destinadas hacia el sector. "Queríamos que nos recuerden como quienes, juntos, iniciamos el camino de la recuperación", advirtió.
Sin embargo, admitió que la "política salarial equivocada" del kirchnerismo con las FFAA "no se puede revertir en un solo mandato" de gestión.
"Sin duda que siempre uno quiere más. Ustedes quieren más, los jefes quieren más", sostuvo Martínez durante la presentación, quien pese a ello agregó: "Debe ser un día de fiesta, porque se está reafirmando el camino iniciado y comprometido junto al Presidente de la Nación de recuperar nuestras Fuerzas Armadas".
La medida fue presentada el miércoles en un acto destinado al personal militar y los mandos, en el Salón Libertador de la sede del Estado Mayor del Ejército, ubicada en Azopardo 250.
El ministro precisó que el reajuste en los haberes, además de implicar una suba del 6% de bolsillo, implica "un 3% de blanqueo" de distintos ítems en los sueldos. "Con esto llegamos al 67 por ciento. El objetivo es 85%, que la idea es hacerlo en la menor cantidad de años posible", informó acerca de los objetivos de gestión en materia de regularización salarial. El último fin de semana, en una entrevista concedida al diario La Nación, el ministro había lamentado que, en los hechos, la mitad de los sueldos del personal militar se liquidaba "en negro"
En este sentido, advirtió que el incremento fue posible porque "a último momento" se consiguieron "unos 500 millones de pesos más", que fueron aplicados para que "los descuentos no accionen tanto en el blanqueo" del personal de "los seis grados más bajos", en alusión a los suboficiales y oficiales.
Además, añadió que el impacto del aumento "en los retirados va a andar entre el 11 y el 14 por ciento" y que en el Ministerio calculan que "en el haber básico y el bruto va a ser de un 10 por ciento".