Hace dos años se decidió empezar a replegar a los oficiales de fuerzas de seguridad destinados en embajadas y el año pasado directamente se cancelaron esas misiones. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, firmó ahora la resolución para el retorno del personal a su cargo a varias representaciones diplomáticas. Bullrich consideró que se trata de una tarea importante frente al esfuerzo gubernamental colocado en poner freno al narcotráfico.
En principio volverán a habilitarse las agregadurías que la Gendarmería tenía antes del bloqueo de contactos impuesto por el kirchnerismo. Comandantes de la Gendarmería tendrán nuevamente responsabilidades oficiales en Paraguay, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Francia, China y en el edificio central de las Naciones Unidas. La Prefectura, en tanto, mantendrá su delegación en Londres y compartirá con los gendarmes algunos lugares, como Paraguay.
Después de muchos años, en cambio, la Policía Federal tendrá también destinos en el exterior, más allá de su representación natural en Interpol. Comisarios serán agregados de seguridad en Brasil, el principal socio comercial de la Argentina y con muchos temas en común sobre delitos transnacionales. El trabajo de la Policía Federal en algunas villas de la ciudad de Buenos Aires, como la 31, replica el modelo de "pacificadores" empleado en favelas de Río de Janeiro.
La Policía Federal asumirá también la representación de seguridad en dos países clave en las rutas del narcotráfico que cruzan por la Argentina: México y España.
Quienes conocen bien el trabajo de los agregados de seguridad afirman que es vital contar con esa red de contactos formales e informales. Muchas alertas sobre casos en desarrollo pueden llegar más rápido con la presencia en el exterior de un referente nacional en temas de seguridad, indican aquellos que están al tanto de los argumentos que llevaron a la ministra Bullrich a impulsar esta medida.
Entre los destinos otorgados nuevamente a la Gendarmería también figuran países de la región con importantes rutas de drogas, como Paraguay, Colombia, Bolivia y Perú. Otros dos países, Chile y Francia, tienen fuerzas de seguridad militarizadas, que comparten varios puntos de formación en común con la Gendarmería. Es más, en Francia los gendarmes volverán a participar de la mesa de trabajo que integran fuerzas de seguridad militarizadas del sur de Europa y el norte de África.
Una misión similar le espera al agregado de seguridad de la Gendarmería en Colombia, pues en ese caso será también el representante argentino en Ameripol, el mecanismo hemisférico de cooperación que tiene sede en Bogotá.
La presencia de agregados de la Gendarmería en China -por lo menos se contará con dos ubicaciones fijas- tiene que ver con la verificación de documentos y antecedentes en zonas con una importante migración hacia la Argentina. Ese contacto con las fuerzas de seguridad chinas se incrementó en los últimos meses con colaboraciones sobre rutas de tráfico de cocaína con destino al segundo destino comercial de las exportaciones argentinas.
En la sede de la ONU en Nueva York, la agregaduría de seguridad será el enlace con el departamento internacional de misiones de paz. La Gendarmería tiene personal desplegado bajo órdenes de la ONU en Haití y Sudán. Dos comandantes -y entre tres y cinco subalternos, en principio- están alistados para integrarse en la próxima misión de observadores del proceso de paz en Colombia.
Siempre de acuerdo a La Nación, otras agregadurías de seguridad podrían sumarse a las que serán activadas en los próximos días. Por lo pronto, la Policía Federal estableció contactos fluidos con la BKA, la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania, a partir de casos de tráfico de drogas sintéticas, mientras que la cooperación se incrementó mucho este año con Israel y los Estados Unidos (el FBI colabora en la instalación de centros regionales contra el narcotráfico y se habilitó un intercambio de información online sobre seguridad en aeropuertos).
La ministra Bullrich y el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, visitaron este año los Estados Unidos en procura de fomentar ese intercambio de datos y de retomar la capacitación de agentes.
En paralelo
El trabajo de las agregadurías de seguridad funcionará en forma separada de las tareas que desarrollan los representantes de las Fuerzas Armadas en las sedes diplomáticas. Las misiones de los enviados de la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal tienen que ver específicamente con las relaciones con sus pares de los países anfitriones. Esos contactos, formales e informales, están fuera de las asignaciones que se reservan para los militares.
Por otra parte, a pedido de la Cancillería se reforzará en breve la seguridad en algunas embajadas. Al trabajo que se realiza en la representación diplomática argentina en Haití, gendarmes darán protección adicional a la sedes nacionales en Nigeria, Paquistán y Venezuela.
En esos casos no serán enviados agregados, sino que directamente se contará con un grupo de oficiales y suboficiales en capacidad de defender a la delegación diplomática, al embajador y al personal civil desplegado en esos países.