Según la nota, el 4 de abril pasado, una auditoría del Ministerio de Defensa descubrió preocupantes fallas en Fray Luis Beltrán, la principal fábrica militar de proyectiles y municiones que abastece a las Fuerzas Armadas y a todas las fuerzas de seguridad del país. No sólo detectaron el faltante de millones de proyectiles, cartuchos y fulminates para fusiles y pistolas, sino también un excedente en el stock no declarado en los registros contables y el hallazgo de material oculto en un depósito.
La irregularidad preocupa al gobierno de Mauricio Macri y es una prioridad para el Ministerio de Defensa llegar al fondo del asunto. Fuentes calificadas indicaron a PERFIL que no creen estar sólo frente a un desmanejo administrativo, sino a una falta de gravedad internacional “que puede comprometer la responsabilidad del Estado” a ese nivel.
Sospechan que en Fray Luis Beltrán funcionaba un sistema de producción paralelo de armas y municiones para abastecer al mercado negro interno y al exterior del país. Según explicaron, el faltante es tan importante, que “es imposible que se haya quedado en el país. Si fuera así, el mercado estaría sobresaturado”. Pese a que aún desconocen el destino que habría tenido el armamento, el puerto de Rosario podría haber sido una puerta de salida rápida.
El hallazgo de material no declarado en un depósito –dentro del que se cuentan 6 mil proyectiles, 100.416 cartuchos de diferentes calibres, 96.740 vainas para 7.62 y 9 mm, trenes de fuego de granadas, piezas de portacebos, cebos y reforzadores, espoletas de cohetes, pólvora, lanzador de cohete servido y granadas lacrimógenas– refuerza la hipótesis.
A la vez, detectaron en la dependencia de Fabricaciones Militares de Santa Fe un circuito virtual de compra y venta asociado a la fábrica de Villa María, en Córdoba. “Un claro indicio de corrupción“ para Defensa, que lo denunció el 22 de marzo pasado.
El relevamiento de la Unidad de Auditoría interna en la Fábrica de Pólvora y Explosivos de Villa María detectó dos depósitos que, según sostuvieron sus autoridades, pertenecían a la fábrica de Fray Luis Beltrán. En su interior, se verificó la existencia de fulminantes y pólvora procedente de Brasil. Para el ministerio, el hallazgo “constituiría la verificación de circuitos paralelos en el interior de la Dirección General de Fabricaciones Militares”. Un mail enviado entre personal de ambos establecimientos que devela maniobras con documentación oficial para “arreglar” la situación irregular de un polvorín robustece las sospechas.
uditoría interna detectó “un sistema de movimiento de material bélico interfábricas con documentación y remitos no agregados a la carpeta de uso habitual para movimiento de mercadería entre dependencias”. En Villa María, al igual que en Fray Luis Beltrán, se detectaron 24 toneladas de pólvora atribuida a la segunda, pero no registra ingreso ni egreso en ninguna de las dos.
Tras la denuncia, el juez Marcelo Bailaque ordenó un allanamiento que confirmó la denuncia presentada por la cartera que conduce Julio Martínez. Secuestraron documentación –remitos de la AFIP y planillas del Renar– y tres computadoras.
No es la primera vez que se alerta de las irregularidades. Durante la gestión de Agustín Rossi, se presentaron informes que fueron rechazados por las autoridades de la Dirección de Fabricaciones Militares en Fray Luis Beltrán.
El año pasado, PERFIL advirtió sobre municiones de Fabricaciones Militares en manos de integrantes de Los Monos. En octubre de 2006, una investigación de este diario develó que Néstor Kirchner, durante su presidencia, autorizó la venta de armamento de Fabricaciones Militares a una empresa de Paraguay vinculada a la guerrilla colombiana y a los narcos de Brasil.