“Por el proyecto para construir 40 aviones Pampa III, la Fábrica Argentina de Aviones, FAdeA, recibió unos U$S 60 millones de dólares por año desde 2011 a 2014, entre lo contemplado en el Presupuesto de cada periodo y las sucesivas ampliaciones de partidas. Es decir que en tres años se invirtieron más de U$S 180 millones y nos quedan grandes dudas de que se haya terminado un solo avión”, añadió Martínez, de acuerdo al texto de Clarín
“De los pocos anuncios oficiales realizados por FAdeA, el más impactante, sin duda alguna, sería la integración al Pampa III GT del sistema de entrenamiento integrado por el casco HMD (Helmet Mounted Display) Elbit Targo y sus sistemas asociados”, agregó.
Martínez señaló: “Según fuentes del ambiente, el prototipo presentado por cadena nacional no contaría con el sistema Targo instalado, lo cuál no sería de extrañar a la luz de lo que nos tiene acostumbrado este gobierno”. Entonces: “Por qué gastaron 180 millones de dólares y tardaron 6 años en construir un prototipo sobre un modelo de 1984 al que solo se le cambiaron las pantallas instrumentales?”, preguntó.
Sostuvo que “también se habló de dotar al avión con un radar multimodo avanzado, de cambiar el asiento eyectable Martin Baker por el ruso Zvezda K-36, de modificar los equipos de comunicaciones con nuevos sistemas digitales encriptados y un sistema de datalink, y liberar el motor TFE-731-40-2N para entregar una potencia máxima de 4.200 Libras de empuje. Sin embargo, nada de esto está comprobado ni chequeado, y creemos que este haya sido otro anuncio, como el soterramiento del Sarmiento, por ej, destinados a relatar a la tribuna sucesos y hechos de difícil comprobación”.
Martínez remarcó: “La conclusión exitosa del Pampa II GT dotaría a la FAA de entrenadores básicos avanzados equipados que permitiría a los pilotos argentinos egresar con aptitudes que les permitirían una transición sin traumas a cazas avanzados de 4+ Generación. Pero lamentablemente, hasta ahora, sólo hemos visto volar un prototipo sobre el cual, para colmo, existen serias dudas que se hayan realizado las actualizaciones descriptas”.
“Lo que plantea dudas, dijo, es la necesidad de dotar a la FAA de sistemas de entrenamiento tan avanzados cuando la fuerza de combate real de la FAA es, hoy en día, absolutamente inexistente: los Mirage III desprogramados; sólo 6 A-4AR operativos, dotados de modernos sistemas de aviónica, pero sin armamento inteligente; y una cantidad sin determinar de Pucarás carentes de aviónica moderna, datalink, sistemas de visión nocturna o armamento inteligente”.
Martínez destacó que “si finalmente los nuevos Pampa ven la luz, esperemos sea el primer paso para dotar a la FAA de dos brigadas de cazas modernos y equipados, que son el mínino necesario requerido por la FAA para la salvaguarda del espacio aéreo nacional, otra promesa incumplida del kirchnerismo, que todos los años nos entretuvo con un verso diferente de compra de cazas que nunca se cumplió”.
Y agregó: Es imprescindible instrumentar con seriedad y sin especulaciones, la necesidad de una importante inversión para reequipar a nuestra Fuerza Aérea. Pero, paralelamente, hay que replantearse si FAdeA está en condiciones de liderar dicho reequipamiento. Lo que tenemos absolutamente en claro, es que queda descartado que pueda hacerlo bajo la dirección de la Cámpora”.
“Si bien es parcialmente cierto que estamos sufriendo las consecuencias de décadas de desinversión en materia de defensa, lo que más duele es que, habiendo sido beneficiados durante la última década por un crecimiento sin antecedentes en la historia argentina, no hayamos dedicado al menos una porción menor de dicho crecimiento a garantizar las condiciones mínimas para nuestra defensa nacional. Y eso resulta innegable a esta altura de las circunstancias”, concluyó Martínez.