República Argentina: 3:59:10pm

El severísimo dispositivo de control a los prisioneros en el Penal de Ezeiza por causas vinculadas a la guerra antisubversiva adquirió en los últimos días instancias más extremas como, por ejemplo, la prohibición a familiares y amigos de los encarcelados de llevarles sándwiches de miga.

Para los carceleros, según denuncias inobjetables, este inofensivo alimento constituye al parecer un privilegio que no debe recibir un detenido. “Solo en los cumpleaños y mediante un trámite especial”, dijeron los guardiacárceles.

Las limitaciones son extremas pese a tratarse de adultos mayores que no constituyen ningún riesgo para la población o seguridad carcelaria. Los caldos en polvo del tipo Quick, otro ejemplo, deben ser abiertos y volcados en un recipiente donde se mezclan todos los sabores además de alterarse su condición hermética lo que fuerza a su consumo inmediato.

La dirección del Servicio Penitenciario Federal monitorea permanentemente la rigurosidad del trato que los guardia cárceles deben dar a los internos en un nivel de crudeza que, de acuerdo a los testimonios recibidos, pareciera endurecerse progresivamente.

 

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