Con un crudo análisis sobre el rol de los ejércitos como meros ejecutores de ordenes políticas para combatir el accionar de la guerrilla -como ocurre en la Franja de Gaza donde ningún soldado israelí será sentado en el banquillo de los acusados pese a que la gran mayoría de los dos mil muertos en las brutales hostilidades son civiles inocentes, buena parte de ellos niños- comenzó a distribuirse en todo el país la edición impresa de agosto (286) de TIEMPO MILITAR.
La publicación incluye también un prolijo informe elaborado en Córdoba por la Comision Nacional de Esposas de Militares Retirados (CONESMIR) entidad que ha logrado su personeria jurídica, en el cual detalla como debe ser idealmente la proporcion salarial entre grados tanto para los integrantes de las Fuerzas Armadas como de Seguridad.
En sus páginas, entre otro pormenorizado temario, también se da cuenta de las opiniones adversas generadas -y reflejadas en medios de difusión de todo el país- por la discutida iniciativa parlamentaria de equiparar el pañuelo blanco de la organización Madres de Plaza de Mayo con los símbolos patrios.
