República Argentina: 7:37:20pm

Por Redacción Publicado por www.escenariomundial.com

Un reciente estudio de opinión pública realizado por la consultora Zuban Córdoba y Asociados expuso un amplio rechazo social a la posible instalación de una base militar de Estados Unidos en Tierra del Fuego, vinculada a un eventual acuerdo económico con el gobierno de Javier Milei.

Según los resultados, el 71,5% de los encuestados manifestó estar en desacuerdo con la cesión de territorio para un enclave estadounidense, mientras que apenas un 21% se mostró a favor y un 7,5% respondió no saber.

La relación entre Argentina y Estados Unidos en materia de defensa continúa profundizándose, ahora con la atención puesta en la posible instalación de una base militar conjunta en el sur del país. Este proyecto, enmarcado en la creciente cooperación bilateral, se enmarca fortalecer la presencia estratégica en el Atlántico Sur y en la proyección hacia la Antártida. Mientras Washington refuerza su influencia en el Cono Sur frente al avance de China y Rusia, Buenos Aires apuestaría por consolidar su alineamiento con los aliados occidentales.

Un proyecto con proyección hacia el Atlántico Sur

El potencial proyecto de una base militar conjunta en Ushuaia genera tanto expectativas como controversias. Para el gobierno de Javier Milei, la iniciativa se inserta en el marco de la cooperación estratégica con Estados Unidos, destinada a fortalecer la defensa nacional y aumentar la presencia en territorios de importancia geopolítica.

La visita de la general Laura Richardson, por entonces comandante del Comando Sur de EE.UU. (SOUTHCOM), a Argentina en abril de 2024 abrió las especulaciones sobre el posible establecimiento de una base militar estadounidense en Argentina. Créditos: SOUTHCOM

Esta idea se suma a un proceso ya consolidado. En los últimos meses, Argentina selló acuerdos clave con Washington que incluyen la compra de F-16, blindados Stryker y la participación en ejercicios militares bajo estándares OTAN. Estos pasos no solo modernizan las capacidades de las Fuerzas Armadas argentinas, sino que además posicionan a Buenos Aires como socio estratégico en la región, en un escenario atravesado por la competencia global entre Estados Unidos y China.

Implicancias regionales y desafíos internos

La instalación de una base militar conjunta no es solo un movimiento técnico, sino una decisión con implicancias estratégicas y políticas. Para Washington, refuerza su presencia en el Cono Sur en un momento en que Pekín amplía su influencia en infraestructura, telecomunicaciones y cooperación militar en América Latina.

No obstante, el proyecto también enfrenta cuestionamientos internos. Para algunos sectores, significa un salto cualitativo en su política de defensa, al alinearse de manera más firme con la agenda de seguridad occidental y proyectarse como potencial socio global de la OTAN. Sectores críticos lo interpretan como una cesión de soberanía y un alineamiento automático con los intereses de Estados Unidos.