República Argentina: 2:51:32pm

Por  David Rey publicado en www.davidrey.com.ar

Los días 8 y 9 de febrero del 2025 la Asociación de Veteranos de Guerra Contra el Terrorismo de la República Argentina dijo presente en la Ciudad del Vaticano en el marco del Jubileo 2025 de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad.

Pero su presidente, el teniente coronel (R) Carlos Enrique “el Negro” Alsina, no voló más de 11 mil kilómetros solamente por una cuestión de cumplir con un oficio religioso tan caro sino, además, para llevar un reclamo urgente de justicia y libertad por sus camaradas injustamente detenidos en el marco mendaz de los llamados delitos de “lesa humanidad”. Para plasmar este mismo testimonio es que “El Negro” me pidió que lo acompañara.

Cierto es, pues, que la iniciativa supo generar no pocas esperanzas en aquellos interesados en la materia, ya sea tanto los Presos Políticos Argentinos como de todo argentino bien nacido que espera ardientemente que la justicia -la verdadera justicia- tenga lugar algún día en este país. La verdad es que todo esto se dio de un día para otro (un poco más que a la semana de que “El Negro” me invitara a realizar este viaje, ya estábamos sentados en el avión) y, por tanto, no hubo demasiado tiempo para el desarrollo de las necesarias gestiones que garantizaran un nivel de resultados más acordes con el nivel de expectativas generado.

Pero esto no significa que el primer objetivo no se haya cumplido, sino más bien podríamos asegurar que se cumplió con creces: al objetivo de participar de la misa del Jubileo 2025 podríamos añadirle que “El Negro” Alsina se constituyó como el único representante – yo no vi otro, ni se nos informó de que otro hubiera – de las Fuerzas Armadas Argentinas en dicho evento, algo que nos lleva a concluir que, en realidad, los militares y policías argentinos detenidos ilegalmente fueron los únicos encargados, nada menos, de representar a nuestro país en el mismísimo Vaticano. El caso es que Los Presos Políticos Argentinos no podían no estar presentes en dicha convocatoria religiosa, en la que el Papa invita cada 25 años a extender una indulgencia plenaria como a exhortar a los gobernantes del mundo para que tengan un espíritu de clemencia respecto del tratamiento que se da a las personas privadas de su libertad (dada la cercanía del Jubileo, Cuba anunció nada menos que la liberación de más de 550 presos).

Por su parte, podríamos decir que “El Negro” Alsina tomó de manera “literal” no sólo la invitación que el papa Francisco hizo a todo el mundo respecto de participar del Jubileo 2025 sino que, además, asumió como un mensaje “bien direccionado” la referencia que el pontífice hizo en su mensaje: “Pienso en los presos que, privados de su libertad, experimentan las restricciones impuestas y, en bastantes casos, la falta de respeto. Propongo a los gobiernos del mundo que, en el año del Jubileo, se asuman iniciativas que devuelvan la esperanza, formas de amnistía o de condonación de la pena orientadas a ayudar a las personas para que recuperen la confianza en sí mismas”…

Un libro “maravilloso” para el Papa

En la oficina postal de la Ciudad del Vaticano, “El Negro” Alsina dejó un envío muy especial para el papa Francisco, esto es una monografía que escribió nada menos que la jueza Silvia Marcotullio en la que detalla la necesidad de terminar de una buena vez con los juicios de “lesa humanidad” en el sentido de que lo mismo encarna una historia de nunca acabar, ya que, según confió el presidente de la AVGCT-RA, no sólo que los delitos que se han cometido contra los militares y policías “son imprescriptibles” sino que, además, naturalmente conllevará a que el día de mañana sean denunciados continuamente los responsables de tamaña alevosía. “Este libro puede ser una herramienta maravillosa para Su Santidad como para nuestro presidente”, enfatizó Alsina.

“Si no le buscamos una solución”, precisó, “nosotros, nuestros hijos, nuestros nietos van a acusar a los jueces y a las autoridades que cometieron estos delitos. La única forma de terminar con esto, que se va a transformar en un reproche interminable, es darle un corte final. Para esto la doctora Silvia Marcotullio propone una amnistía amplia y generosa que incluya al poder ejecutivo, al poder legislativo y, por supuesto, a nosotros”.

Un verdadero honor… y una verdadera vergüenza

En lo particular, no deja de ser un grandísimo honor no sólo la confianza que en mí depositó la AVGCT-RA como el hecho no menor de estar en gran medida emparentado con esta causa sagrada, la cual comprende no solamente el hecho de pedir justicia y hacer lo propio por los militares, policías y civiles injustamente detenidos por el pernicioso cuento de la «lesa humanidad» sino también para que lo mismo no se haga extensivo a todos los argentinos. La verdad es que mientras la borrachera prevaricadora de los jueces y fiscales tenga lugar en nuestro país, los argentinos nunca vamos a poder vivir en un país con justicia de verdad.

Entiendo que para el teniente coronel Enrique Alsina implica un honor distinto, en su caso el que corresponde a un verdadero soldado de la Patria que, a sus 72 años -y siendo él discapacitado-, en lugar de desentenderse del padecimiento de sus camaradas dedica nada menos que su vejez a trabajar incansablemente no sólo para visitar y contener a los presos sino, además, a empeñarse en una aventura como la de marras en procura de reclamar por su libertad. Y ahí lo podemos ver, al soldado, al veterano, al guerrero, nada de lujos ni trajes de etiqueta… que con la campera del Ejército Argentino y la celeste y blanca sobre el lomo alcanza y sobra para alguien que no está de fiesta sino en permanente combate.

Pero, con igual certeza, debemos decir que no deja de ser para nuestro país una verdadera vergüenza que mientras que el resto de los países exhiben a sus soldados y policías desfilando alegres y orgullosos (tal como podemos ver en el video que realicé), nosotros tenemos solamente a «un viejo soldado» que, con bastón y todo, se allegó hasta la ciudad de Roma para participar de un Jubileo que le permita sortear el destrato que en este país padecen todos los Veteranos de la Guerra contra el Terrorismo. El teniente coronel Alsina no es que tiene «una forma particular» de entender el Jubileo, por favor… Lo entiende mucho mejor que el resto al momento en que se aferra con todo el corazón no sólo a la invitación del papa Francisco sino a la esperanza de hacer algo útil por sus camaradas.

Ojalá que esta verdadera vergüenza que muchos deberían sentir sea positiva, es decir, que sea el comienzo de una consciencia respecto de la situación de los Presos Políticos en Argentina, de toda la injusticia que existe en torno a esto, de todo el innenarrable sufrimiento que ha ocasionado y de cuánto nos condiciona a todos los argentinos. Un tipo de 72 años, discapacitado… no va a Roma a pedir por sus camaradas presos porque quiere darse un paseo. Va hasta allá porque acá no lo escucha nadie.

Ojalá que en el próximo Jubileo, dentro de 25 años, podamos también ver a los nuestros desfilando orgullosos, con la frente en alto, vestidos de etiqueta… pero siempre con ese mismo corazón en llamas que tan bien define a un soldado argentino.

 


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