POR NICOLÁS KASANZEW publicado en www.laprensa.com.ar
Murió ayer un gran oficial de la Fuerza Aérea, el comodoro Guillermo Mendiberri. Fue el encargado de llevarnos a los periodistas el 3 de abril de 1982 a las islas Malvinas. En el vuelo de vuelta, ese mismo día, me preguntó: ‘¿qué decían los kelpers?´. “Dicen que van a venir sus soldados y nos van a matar a todos”, le comenté. “Muramos entonces”, fue su lacónica respuesta.
Oficial de Inteligencia, tras hacer un relevamiento de los posibles puntos de desembarco británico, le informó al general Menéndez que el lugar iba a ser San Carlos. Su advertencia cayó en saco roto.
El nivel de información que manejaba era impresionante, así como su poder de análisis. El 31 de mayo, en mi cumpleaños, me invitó a cenar -lo poco que se podía conseguir- en la casa que ocupaba con sus subordinados: el mayor Antonio González Iturbe, el primer teniente Enrique Aráoz, el suboficial Silva, los agentes Freire y Dodorico, que me hicieron el mejor regalo de mi vida, no superado al día de hoy: un par de medias de lana.
Fue un cumpleaños con la música de fondo del cañoneo de los buques enemigos (días después esos disparos le acertaron a la casa aledaña).
Pero me fui deprimido esa noche: Mendiberri y González Iturbe me vaticinaron con exactitud lo que después lamentablemente pasó: que Menéndez no iba a dar el combate final y que la rendición sobrevendría no más allá de mitad de junio. Ocurrió el 14.
La imagen que acompaña estas líneas es del 3 de mayo, cuando lo entrevisté en la pista de la Base Aérea Malvinas que los ingleses nunca lograron destruir. Nos ha dejado un grande de la Gesta de Malvinas. Que Dios lo tenga a su diestra. Comodoro Guillermo Mendiberri !presente!
