A las 04:42 del 1 de mayo de 1982 un avión Avro Vulcan bombardeó el aeropuerto de Puerto Argentino, lanzando en reguero 21 bombas de 1000 libras para inutilizar la pista.
Recordamos hoy a la primera baja de estas acciones: la del Conscripto Clase 62 RAUL RICARDO ROMERO, del Batallón de Artillería Antiaérea de la Armada quien, en el momento del bombardeo, se encontraba destacado en el aeropuerto, dando apoyo de comunicaciones a la unidad de la Fuerza Aérea Argentina.
Quizás una de las enseñanzas más importantes obtenidas de este conflicto haya sido la confirmación, en combate, de la necesaria integración de todas las armas antiaéreas bajo una sola conducción centralizada.
En Malvinas, primó el alto sentido de responsabilidad, coordinación y cooperación de los Jefes de las Unidades de Defensa Antiaérea de las tres Fuerzas Armadas. Es así que, luego de la instalación de las armas antiaéreas y de un Puesto de Comando con todos los elementos de control, comunicaciones e inteligencia, del Batallón Antiaéreo de la Infantería de Marina, comandado por el entonces Capitán de Corbeta Héctor E. SILVA, al incorporarse unidades de Defensa AA del Ejército, éstas se ubicaron en anillos concéntricos y su Jefe, el entonces Tte. Coronel LUBIN ARIAS, apostó un Oficial de Enlace permanente en dicho Puesto de Comando, para monitorear y ordenar desde allí todas las acciones de defensa. De igual forma lo hizo el Escuadrón de Defensa AA de la FAA, a cargo del entonces Mayor MAIORANO, quedando así constituido un Puesto de Comando Integrado de Defensa Antiaérea, para la centralización de la información y la conducción descentralizada de las acciones de las unidades intervinientes.
Este dispositivo defensivo permitió que, desde este primer ataque aéreo recibido el 1 de Mayo, se obtuviese la máxima eficacia de los medios disponibles, y que se la mantuviese durante todo el conflicto.
Según los registros, un avión Harrier fue derribado por la artillería del E.A. con un misil Roland; otro por un misil Tiger–Cat del Batallón Antiaéreo de Infantería de Marina, lanzado desde el sur y un tercero por los cañones de 20 mm de la Fuerza Aérea, desplegados en el aeropuerto.
Años después, el Comandante del bombardero británico Vulcan reveló: "Tras el ataque, la tripulación estaba muy silenciosa, casi apesadumbrada. Acabábamos de iniciar una verdadera guerra. Se necesitaba bastante sangre fría para llegar por sorpresa a las 4.30 de la mañana y lanzar las bombas.”
A 42 años de la Gesta, vaya nuestro reconocimiento al profesionalismo y al valor de los efectivos argentinos de la Defensa Aérea Conjunta, y el sentido Homenaje a quienes entregaron su vida en estas acciones.
Crédito: Testimonio del Capitán de navío de IM (RE) Alberto J. BAFFICO, entonces Teniente de Navío, Jefe de Operaciones e Inteligencia del Batallón de Artillería Antiaérea de la Infantería de Marina, quien se desempeñó en Puerto Argentino como Jefe del Puesto de Comando Integrado de Defensa AA . Por su actuación en el conflicto Malvinas, recibió la condecoración “Orden a los Servicios Distinguidos” al mérito militar, en grado de “Comendador”, otorgada por el Jefe del Estado Mayor General del Ejército Argentino.
Publicado por la Unión Personal Militar Asociación Civil (UPMAC)
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla. - www.upmac.org.ar