República Argentina: 9:44:45pm

Rusia ha logrado desarrollar un torpedo submarino capaz de ocasionar una destrucción inimaginable si llegase a utilizarse, de acuerdo a informes coincidentes de especialistas occidentales, junto a otras publicaciones especializadas en temas de Defensa. El día 1 de marzo de 2018 el Presidente de la Federación Rusa en su discurso a la Asamblea Federal Rusa presentó el drone submarino propulsado por energía nuclear que había sido desarrollado en el marco del Proyecto del Sistema Oceánico Polivalente llamado STATUS-6.

Los primeros indicios sobre ese sistema de armas aparecieron en los medios de comunicación después de la reunión de Vladimir Putin con el alto mando del Ministerio de Defensa, en Sochi en 2015. Hubo una filtración  y la noticia repercutió en los medios locales y pronto se hizo eco en todo el mundo. Más tarde, llegaría la confirmación estadounidense sobre la veracidad del proyecto y los peligros que el mismo acarrea.

Bryan Clark, ex oficial de la Armada de Estados Unidos, declaró recientemente sobre la noticia alegando que “ese drone subacuático con capacidad nuclear sería capaz de burlar las defensas estadounidenses”, suponiendo un potencial peligro para la seguridad nacional.

El arma, Status-6, se trata de un torpedo no tripulado de 10 megatones de potencia, con una velocidad de unos 100 nudos (185 Km/h) y un alcance casi ilimitado. El mismo puede operar hasta 1.000 metros de profundidad.

El torpedo Status-6, es a su vez, un arma silenciosa, puesto que a diferencia de los misiles balísticos, no emite ningún signo de advertencia a su enemigo.

Asimismo, una vez lanzado, el drone continúa su trayectoria sin desviarse hasta que logra alcanzar su objetivo. De cualquier forma, dada su potente carga nuclear, el torpedo Status-6 representa una letal amenaza convirtiéndola en el arma más mortífera jamás construida. 

Status-6, es sin duda, el arma más poderosa de todos los tiempos. El arma supondrá una piedra en el zapato en la defensa de los Estados Unidos.

Status-6 el creador de tsunamis

El torpedo Status-6 tiene capacidades que lo transforman en un arma altamente destructiva. Varios torpedos son capaces de provocar la destrucción simultánea de varias  ciudades costeras gracias a su carga nuclear de 10 megatones de potencia. La potencia del nuevo  torpedo es como mínimo 500 veces más que una bomba arrojada por los norteamericanos en Hiroshima (Japón) (era de 20 kilotones) Con la explosión de varios torpedo cerca de la costa se podrá experimentar un tsunami con olas de hasta 30 metros. La imprevisibilidad de los vientos podría contaminar territorios de América Latina, en el supuesto caso que se llegare a utilizar este armamento contra territorio norteamericano.

Parámetros técnicos de este torpedo (drone submarino) que trascendieron, confirman su invulnerabilidad (mayor profundidad de inmersión, alta velocidad de marcha, imprevisibilidad para el enemigo de la ruta de movimiento, desde el lanzamiento hacia el objetivo e incluso imposibilidad de detectar el lanzamiento ni la ruta seguida. La propulsión nuclear del drone submarino garantiza la entrega de la munición prácticamente  a distancia ilimitada.

Cuando el Status-6 localiza a su objetivo, el mismo se posiciona en las profundidades del agua a esperar la confirmación, antes de hacer detonar la carga nuclear. Los especialistas especulan que la potencia de la carga sería similar o incluso el doble que la bomba Zar.

La amenaza para occidente

A juicio de los analistas, Estados Unidos teme que no pueda contrarrestar  los efectos, ni detener al Status-6 con la tecnología que hoy poseen. Asimismo se encuentran evaluando la posibilidad de que las megas ciudades como Washington, Nueva York y Boston puedan ser aniquiladas de un solo ataque si Rusia alguna vez se animase a jugar esa carta.

Bryan Clark plantea el problema de como interceptar a un torpedo de estas características siendo que, aunque el torpedo no alcance su objetivo, la ola destructiva que crearía sería catastrófica igualmente.

Clark, en su entrevista para varios medios explica que, Estados Unidos aún no ha desarrollado “buenas armas o tecnología para detener vehículos subacuáticos no tripulados”.  Clark, es ex militar y actual miembro del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias, con base en Washington, dónde evalúan las repercusiones de dicha arma.

Thomas Callender, submarinista retirado de la Marina estadounidense y actual investigador senior para programas de defensa en la Fundación Heritage, también hizo declaraciones al respecto de la letal arma y dijo que “si asumimos que esta es una capacidad real” – la del torpedo Status-6 -, entonces, “teniendo en cuenta su velocidad máxima y la profundidad a la que llega, este sería un objetivo difícil de matar con las armas actuales”.

Y es que Estados Unidos, si bien posee tecnología de punta con sistema de defensa antimisiles, aunque ésta sea lanzada desde un submarino, no posee ningún dispositivo o sistema capaz de contrarrestar un arma submarina no tripulada como el Status-6.

Sin embargo, no existen dudas de que el Pentágono se pondrá en marcha para desarrollar su propia arma letal con características similares e incluso un sistema para combatirlo, especularon los medios informantes.

También trascendió que en un futuro próximo los Submarinos de Proyectos 09851 y 09852 estarán equipados con este drone submarino.

Todavía quedan muchos enigmas respecto del Status-6. Sin embargo, dada la naturaleza del arma, se entiende que la misma solo sería usada en situaciones de extremo  conflicto y como último recurso.

Teniendo en cuenta las declaraciones del Presidente ruso Vladimir Putin sobre el éxito de la realización de ensayos de propulsión nuclear de estos drones submarinos, permite suponer que la creación del Sistema de Armas Oceánico de Usos Múltiples ya se encuentra en su fase final. Su utilización podría causar daños irreparables al medio ambiente, en el supuesto caso que se realice una descontrolada carrera armamentística que podría ser iniciada por las grandes potencias mundiales en distintos océanos del mundo.

Pero, sin lugar a dudas, después de ser mostrado oficialmente un prototipo,  se dará comienzo a la carrera por desarrollar una versión occidental del torpedo submarino e incluso un sistema que pueda darle muerte al Status-6, todo suponiendo que no haya iniciado ya.

 

 


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