El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, sostuvo el viernes (12-oct 2012) que los sueldos en las Fuerzas Armadas y de seguridad son "razonables y adecuados a la realidad económica". que atraviesa el país, aunque admitió que durante la protesta de gendarmes y prefectos hubo quienes se manifestaron "legítimamente", según un despacho de la agencia Diarios y Noticias (DyN) reproducido por los principales medios de prensa del país, y que transcribe declaraciones del alto funcionario hechas a Radio Mitre, de Córdoba.
Puricelli hizo esta apreciación luego de la protesta que realizaron gendarmes y prefecturianos durante nueve días en reclamo de mejoras de haberes, que incluía la modificacdel decreto presidencial 1307 que, por su aplicación, produjo rebajas en los sueldos de miembros de esas fuerzas. Además, el jefe de la cartera castrense reconoció que durante las protestas hubo "gente que legítimamente se ha manifestado por cuestiones salariales", pero hubo otros sectores, como el personal retirado, que "ha tenido otros objetivos".
"Los salarios de las Fuerzas Armadas y de Seguridad son razonables y adecuados a la realidad económica actual de nuestro país, que por cierto es una realidad muy aceptable por el conjunto de la sociedad", destacó el funcionario en declaraciones a radio Mitre de Córdoba. Cuando se lo consultó sobre las manifestaciones que hicieron agentes de Prefectura y Gendarmería, y algunos grupos pequeños de suboficiales de las Fuerzas Armadas, Puricelli respondió: "Nosotros podemos apreciar que ha habido gente que legítimamente se ha manifestado por cuestiones salariales y hubo gente que ha tenido otros objetivos".
De esa manera, el ministro de Defensa fue uno de los pocos funcionarios del gobierno nacional en reconocer que, al menos un sector de los uniformados, protestaron legítimamente. "Los decretos 1305 y 1307 han beneficiado al personal retirado y hemos visto mucho personal retirado manifestándose justamente contra la medida que más los ha beneficiado en los últimos 20 años", aseveró Puricelli.
El conflicto se inició el 2 de octubre cuando agentes de Prefectura Naval comprobaron que se les redujo entre un 30 y 60 por ciento sus salarios por la aplicación del decreto 1307. Por la noche se sumó Gendarmería porque esa norma también tuvo impacto en los haberes de su personal. Luego, la situación de tensión se amplió en pequeños grupos de suboficiales de la Armada y Fuerza Aérea, debido a que el personal militar sufrió complicaciones en sus haberes por el decreto 1305 del 3 de agosto, que también provocó algunas distorsiones y reducciones salariales.